Josué Bravo
Una comisión de alto nivel integrada por ministros del gobierno de Laura Chinchilla fue la encargada de tomar decisiones sobre la polémica construcción de la carretera fronteriza con Nicaragua, la cual exigió siempre se manejara con extrema confidencialidad.
Así lo declaró el exdirector del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), Carlos Acosta, ante los diputados de la Comisión de Control y Gasto Público del Congreso, quienes indagan todo lo relacionado a la construcción de la obra, que inició sin planos, según constataron los mismos costarricenses.
Acosta fue separado de su cargo en mayo anterior, tras las denuncias de supuesta corrupción en la contratación de empresas que laboraban en la apertura de la carretera. La Fiscalía lo investiga por recibir aparentemente dádivas de parte de las empresas contratadas.
Costa Rica empezó a construir la carretera fronteriza de 160 kilómetros alegando supuesta invasión nicaragüense en un humedal que los dos países disputan en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
“Me citaron a una reunión a Casa Presidencial, donde estaban el (entonces) ministro de Seguridad, José María Tijerino, Carlos Ricardo Benavides (Ministro de la Presidencia) y el comisionado antidrogas Mauricio Boraschi… Ahí nos hablaron de la emergencia que atravesaba el país y de la urgencia de que se construyera la trocha (carretera), pero nos pidieron que se mantuviera todo bajo extrema confidencialidad. No podían decretar secreto de Estado, pero querían que hubiera la menor cantidad de personas involucradas”, añadió.
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