José Adán Silva
Carlos Barrachina, investigador experto en seguridad y defensa y catedrático de Ciencias Políticas de la universidad de Quintana Roo, México, no alardea de emisario de malos augurios para la región, pero advierte que al istmo le esperan malos momentos frente al narcotráfico y crimen organizado.
En la conferencia denominada Desafíos para Fortalecer la Gobernanza Democrática de la Seguridad y Defensa en Nicaragua, brindada recientemente bajo el auspicio del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas, Barrachina resume en cuatro puntos el estado, contexto y destino de la región frente a la guerra que México, Colombia y Estados Unidos libran violentamente contra las drogas.
Primero: La guerra contra el crimen organizado apenas comienza a afectar a Centroamérica y ninguno de los países, ni juntos todos, tienen capacidad para enfrentarla.
Segundo: La ayuda internacional de Estados Unidos y el mundo es insuficiente y combatir el crimen a petición de ellos es lanzar a la guerra a la región sin las armas para defenderse.
Tercero: Centroamérica es la región perfecta para que los narcos, ahuyentados de México y Colombia, se fortalezcan. Sacarlos de aquí será mucho más difícil que erradicarlos del sur y del norte.
Cuarto: El mito de que Centroamérica es ruta de paso o estación de servicios al narco es falso: ya todos somos consumidores. No solo Estados Unidos consume, sino toda la región y eso empeora la cosa, porque los cárteles ya no solo pelean rutas, sino también mercados.
::: ¿El nuevo presidente de México debe seguir la misma línea del anterior?
No hay marcha atrás, la línea no va a cambiar y necesita mantenerse para poder tener éxito.
::: ¿Ha sido efectiva?
No se sabe, estamos en el proceso.
::: ¿Cuando se habla de miles de muertos y reportes mensuales, se puede hablar de una estrategia efectiva?
Sí, pero ¿los tiene? ¡No! Entonces la situación es más complicada. Los presidentes de la región tienen que ser más inteligentes y muy prudentes, a pesar que no suena políticamente correcto.
Solo en 2010, el gasto militar mexicano fue de 4,859 millones de dólares, según el Stockholm International Peace Research Institute y el International Institute for Strategic Studies. El gasto aumentó 20 por ciento en 2011.
Centroamérica no gastó más de mil millones de dólares en 2010 y 2011.
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Realmente estamos en un momento en el que todavía no se sabe. Yo estuve hablando el otro día con un alcalde muy importante de unos de los Estados más violentos de la República y él me decía: “Está saliendo la mitad de lo que realmente está pasando”.
::: ¿A qué se refería con ello?
A que la violencia está siendo incluso más fuerte de lo que está saliendo en los medios de comunicación. Los militares están matando a un montón de gente y vuelve a aparecer más gente. Si se hace la reforma policial, si se privilegia la acción de inteligencia, al final no va ser cómodo para los narcotraficantes seguir viviendo en México.
::: ¿En qué consisten las reformas exactamente?
En establecer mecanismos de control de confianza, que los policías pasen exámenes toxicológicos, socioeconómicos, de drogas, es decir, tratar de depurar la policía de elementos corruptos con mecanismos científicos y modernos, subir sus sueldos y darles mejores condiciones físicas; crear unidades preventivas, de inteligencia, un nuevo modelo unificado de policía para todo el país, por eso se ha utilizado a los militares, porque no había un modelo unificado de policía, la reforma busca eso.
::: ¿Cómo ve la propuesta del presidente Otto Pérez de liberar el comercio de drogas para reducir el impacto del flagelo narco?
La situación de Guatemala está muy complicada, muy peligrosa. El otro día estaba en Colombia con un salvadoreño amigo hablando de estos temas y él me dice: “¿Tu te imaginas que ahora a ti y a mí nos pongan una banda de mareros ahí fuera y salgamos y alguien nos diga, vayan y ‘madreen’ a esos chicos de allá? Si salimos nos matan”. Eso está pasando con Centroamérica, sin capacidad, sin entrenamiento, sin dinero, sin nada y les están diciendo, hay que hacer la lucha contra las drogas. ¿Cómo, disculpa, pero con qué? Por eso Otto Pérez está diciendo “legalicemos las drogas porque yo a los narcos no les voy a entrar, porque si no me van a matar a mí y al país”. México tiene dinero, Colombia tiene dinero, pero Centroamérica no tiene dinero para eso.
::: ¿Usted cree que la región está pagando su costo más alto de la historia en términos de violencia e inseguridad, por previsiones que no se hicieron en su momento?
Yo creo que la violencia y la inseguridad en la región todavía no tienen que ver del todo, aunque quizás sí en algunos casos, con el narcotráfico. Hay que estudiar bien las causas de la violencia en Honduras, Guatemala… La violencia todavía no es total, esto se va a agravar más, a no ser que los países levanten las manos a como hace Guatemala y decir: “Aquí no los vamos a enfrentar”.
::: ¿Quiere decir que el Estado actual de la violencia y la incidencia narco en el istmo es inicial y puede agravarse?
Sí, claro. En México se ha agravado desde hace dos o tres años. Las tasas de homicidio en serio se elevan desde 2006 y alcanzan su máxima expresión en 2009 y ahora tiene que seguir el proceso, no hay recetas mágicas, todavía se está en medio del proceso, es muy complejo, la militarización no ha dado resultados…
::: ¿En qué medida EE. UU. en responsable de todo esto por su consumo y sus estrategias?
Hay dos cosas importantes en esto, por una parte no hay echarle toda la culpa a Estados Unidos por su mercado de consumo. Ya somos consumidores todos. Ahí el punto es: ¿Qué hacemos con ese problema? Lo que sí es cierto, es que Estados Unidos le dieron a los militares la lucha contra las drogas y eso no es bueno para los países de la región, porque los ejércitos, que no tienen tantos recursos, lo que hacen es buscar más municiones y se sienten bien en ese contexto, porque tienen más recursos para operar.
::: ¿Cuál es el estado ahora de la región?
Ahora mismo estamos en un momento complicado y creo que será más complicado. Además, los gobiernos centroamericanos no sé a qué juegan, claro que políticamente es incorrecto levantar las manos y decir que los narcotraficantes hagan lo que quieran, pero también pedir la lista de los reyes magos a los gringos y empezar a pedir cosas, dénnos dinero, dénnos armas, no se las van a dar. Estados Unidos no confía en Centroamérica porque no tiene capacidad de operación, los gringos buscan socios. México es un socio, se compró la guerra. Colombia es un socio, se compró la guerra. ¿Qué capacidad tiene Centroamérica para eso? Ninguna.
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