Agencias/Vida
El consumo elevado de alcohol durante la adolescencia es peligroso ya que puede afectar el cerebro, que durante esta etapa está en pleno desarrollo. Ahora, un estudio que se publica en la revista Journal of Studies on Alcohol and Drugs revela que, además, ciertos patrones en la actividad cerebral de un adolescente ayudan a predecir si el joven en cuestión acabará teniendo problemas con el consumo de alcohol.
Los investigadores, de la Universidad de California, San Diego, obtuvieron imágenes de resonancia magnética de los cerebros de varios jóvenes de entre 12 y 16 años que aún no habían comenzado a beber y siguieron durante tres años sus hábitos de vida.
Los investigadores también encontraron que, una vez que habían empezado a beber, la actividad cerebral de los jóvenes mostraba patrones similares a los de los bebedores asiduos.
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