Javier Arana
“Contribuir a la identidad lingüística del español nicaragüense, trabajar por elevar la autoestima de nuestra variedad, crear espacios de difusión de las lenguas indígenas habladas en nuestro país” son algunas de las metas que se propuso María Auxiliadora Rosales, ayer en su discurso durante la ceremonia de ingreso a la Academia Nicaragüense de la Lengua.
La encargada María Auxiliadora Rosales Solís, catedrática e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN-Managua, ha reunido las particularidades fonéticas del habla nicaragüense.
El Atlas, además de evidenciar cómo pronuncian realmente los nicaragüenses, y de permitir la creación de las isoglosas (línea imaginaria que separa dos áreas geográficas que se distinguen por un rasgo dialectal concreto), ubica al país como pionero en la región en cuanto a estudios lingüísticos y servirá como apoyo a los estudiantes.
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Desmitificar los prejuicios lingüísticos ha sido su labor desde que se propuso la investigación del Atlas Lingüístico de Nicaragua (nivel fonético). “Son válidas todas las denominaciones que utilizamos los hispanoamericanos para nombrar la realidad circundante”, dijo la catedrática.
“Estos prejuicios lingüísticos se manifiestan hoy día aunque con mayor sutileza en algunas columnas periodísticas que representan ejemplos del habla popular como forma incorrecta, peyorativamente denominadas barbarismo o vicio”, expuso en su discurso de La Pronunciación de la “S” en el Español de América Central.
La nasalización, la omisión, la aspiración u oclusión glotal son algunas de las variantes en la pronunciación de la “s” que se dan en la región centroamericana.
Por su parte, el director de la Academia Nicaragüense de la Lengua, Francisco Arellano Oviedo remarcó que “doble es el quehacer de la academia: velar por la unidad de la lengua estándar y fomentar el estudio y desarrollo de la lengua diferencial o dialecto nicaragüense”.
EL USO DE LA “S”
“La lengua no solo es un vehículo de comunicación social, sino que constituye un elemento de identidad”, refirió la laureada con el premio Real Academia Española 2009. “Así como la población seseante de origen andaluz y canario resistió victoriosa al uso de la “z” castellana, al final en América se impuso la no distinción de ese y zeta, quizás no por una razón lingüística, sino de conciencia de pertenecer a un grupo social”.
La insistente visión de un español auténtico, no como una extensión del español europeo, es la ardua tarea de investigación para María Auxiliadora Rosales, quien además del honor de su ingreso, tiene un gran compromiso. “Entonces quedará por ver que en la región centroamericana el debilitamiento de la “s” que se afianza y va alcanzando prestigio como un rasgo que reafirme la identidad nacional del español hablado en Nicaragua y resto del istmo”.
Y agrega: “Si sigue siendo objeto de perjuicios por parte de otras comunidades de hablantes y como es un principio en lingüística, la respuesta únicamente la tienen sus usuarios”.
Finalmente Carlos Mejía Godoy cerró el acto haciendo gala de su típico dominio del habla nicaragüense y de su música folclórica.
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