ASPEN/Colorado/AP
Lance Armstrong dice que está ahora más en paz consigo mismo que en toda una década.
Los aficionados defendieron a Armstrong, elogiando la tarea de su fundación para la lucha contra el cáncer. Sus éxitos ayudaron a recaudar casi 500 millones de dólares para investigaciones.
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En su primera entrevista desde que la Agencia Estadounidense Antidopaje lo sancionó con una prohibición de por vida en el ciclismo profesional y lo despojó de sus siete títulos en el Tour de Francia, dijo que “nadie tiene que tenerme lástima. Voy a estar muy bien”.
De todos modos fue un atentado a su ego que un muchacho de 16 años, Keegan Swirbul, le ganara ayer sábado en la carrera Power of Four de bicimontaña. Armstrong terminó segundo, casi cinco minutos detrás del adolescente.
Luego de trasponer la meta Armstrong dialogó unos minutos hasta que dijo: “Bien, me voy a comer una hamburguesa con queso”.
De lo que no estaba seguro era de correr hoy domingo un maratón senderista tal como había previsto. Su incursión ayer en las montañas que circundan Aspen, en Colorado, tuvo lugar un día después que la Asociación Estadounidense Antidopaje lo proscribió de por vida del ciclismo profesional y lo despojó de sus siete títulos en el Tour de Francia por considerar que usó estimulantes.
Solo un puñado de aficionados presenció la largada de la competencia de bicimontaña Power of Four, un tramo de 57 kilómetros (36 millas) con muchas subidas.
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