Nueva York/AP
La reputación de Lance Armstrong podrá estar destrozada, pero para los donadores corporativos e individuales, su organización benéfica aún viste una impoluta camiseta amarilla.
Armstrong anunció la semana pasada que desistirá defenderse de las acusaciones por dopaje que lo persiguieron durante años. Con ello, fue despojado de sus siete títulos del Tour de Francia y suspendido de por vida del ciclismo profesional.
Pero en los días posteriores al anuncio, la Fundación Lance Armstrong fue colmada de donaciones y promesas de seguir apoyando su misión de promover la información e investigación sobre el cáncer.
El mismo día que Armstrong fue suspendido, el número de donaciones para su fundación casi se duplicó a 60,900 dólares de los 32,300 dólares de un día antes.
Entre los patrocinadores corporativos se encuentran Nike, Anheuser-Bush y el fabricante de lentes contra el sol Oakley, que se han comprometido a seguir aportando a la organización benéfica.
“La fundación estaba agradecida por ser inundada por un flujo de apoyo en los últimos días”, dijo en un comunicado Doug Ulman, presidente y director general de la fundación.
“El número de donaciones espontáneas y mensajes de solidaridad de socios y simpatizantes fueron impresionantes”, dijo.
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