César Úbeda Bravo
Para el analista político Oscar Castillo, la Alianza por la República (Apre) y la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) son partidos satélites del FSLN, mientras que la decisión del poder electoral de inhibir a la Unión Demócrata Cristiana (UDC) podría tratarse de una jugada del orteguismo para introducir “el caballo de Troya” en la oposición, al aparentar que se terminó definitivamente la alianza con los demócrata cristianos que encabeza Agustín Jarquín Anaya.
“Ambos partidos, ALN y Apre, son sus satélites y los está oxigenando política y económicamente y ambos cumplirán los propósitos para los cuales han recibido tal oxigenación: fiscales, candidatos y el tendido a favor del FSLN. ALN en particular ha sido un aliado del FSLN desde el inicio del primer período de gobierno del comandante Ortega y en mi análisis no veo cómo haya cambiado en algo en este actual contexto político”, consideró Oscar Castillo.
Según el director de Atención de Partidos Políticos del Consejo Supremo Electoral (CSE), Julio Acuña, ALN que apenas obtuvo el 0.4 por ciento de los votos en las elecciones pasadas y que actualmente tiene pugnas internas, presentó candidatos para el 83 por ciento de los municipios. Mientras que el Apre, que apenas tuvo el 0.23 por ciento en los comicios presidenciales del 2011 (menos de seis mil votos) pero, según Acuña logró presentar candidatos en el 98 por ciento de los municipios, que equivale a 6,223 candidatos, o sea que obtuvo menos votos que los candidatos que ahora presenta.
“CABALLO DE TROYA”
Para Castillo, con la UDC hay varias lecturas. Una de ellas es que el FSLN pagó con la misma moneda que paga a sus “dizque traidores” a su partido o alianzas y que con ello se demuestre un distanciamiento claro del partido de gobierno con la UDC y en particular con su dirigencia.
“O bien, demostrar que se separó de esta alianza y con ello tratar de meter a la UDC como caballo de Troya a la oposición existente, a fin de que logre desunir más a la misma. En esto último la oposición debe ser muy cuidadosa. Partiendo de lo duradera que ha sido la alianza de la UDC con el FSLN y de los beneficios que a ambos produjo la misma, la suspicacia despierta a inclinarme a creer que esto es un juego más de la política que muy bien sabe jugar el Frente en esta materia y que la UDC se está prestando a la misma”, puntualizó .
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