Wilder Pérez R.
Cada hora en Bosawas se pierden extensiones de bosques del tamaño de cinco canchas de futbol. A este ritmo la reserva de biosfera más grande de Centroamérica desaparecerá en el año 2058.
La investigación la hizo posible la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG), la GIZ, Cooperación Alemana en Nicaragua, la Unión Europea y el organismo Oxfam.
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Esta es una de las revelaciones encontradas en un estudio auspiciado por varias instituciones europeas, titulado Análisis de las causas de la deforestación y el avance de la frontera agrícola en las zonas de amortiguamiento de la Reserva de Biosfera de Bosawas-RAAN, Nicaragua.
Uno de los hallazgos más sorprendentes fue el acelerado ritmo de pérdida de los bosques.
Según el informe, dos tercios de las 70,000 hectáreas de bosques que pierde Nicaragua al año se encuentran en Bosawas. Eso como si dos de cada tres camiones de tucas del país salieran de la reserva.
El estudio, dado a conocer en días recientes, señala que las causas principales de esta situación se debe a cuatro factores relacionados con la “voluntad” de las autoridades y de los nicaragüenses. Una es la falta de articulación entre las políticas ambientales y económicas, por falta de incentivos para la producción. También por la carencia de gobernanza local.
Además incide que la reserva no representa actualmente una oportunidad de desarrollo para la gente y, lo último, es la falta de regulación de los inversionistas en la zona.
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