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Guillermo E. Miranda

La respuesta es la resistencia civil

En el editorial del pasado 23 de agosto titulado “Electoralismo y opción revolucionaria”, después de un pragmático análisis de lo que ha sido nuestra política criolla por más de cincuenta años, LA PRENSA nos planteó la misma pregunta que se hace nuestra ciudadanía. ¿Cuál es la alternativa al orteguismo que debería ofrecernos la oposición en la actualidad? Mi respuesta a la misma es: La Resistencia Civil; acto soberano del individuo y de la sociedad reconocida como legítimo por las Naciones Unidas cuando son conculcados sus derechos políticos y civiles por una autoridad o gobierno totalitario. Al respecto Mahatma Gandhi, el padre de la independencia de la India nos legó una frase lapidaria para quienes practican esta forma de gobierno, cuando dijo: “Nadie está obligado a obedecer una ley injusta”. Pero antes de avanzar en el análisis de esta opción, creo necesario dejar claro que de cierta forma en el caso de Nicaragua, esta posición podría también ser un rechazo a lo que ha sido hasta hoy el actuar de los líderes políticos de oposición, los que en su mayoría han visto agotarse sus liderazgos al practicar a lo interno los mismos vicios que dicen rechazar, sin ofrecer estrategias ni acciones convincentes de lucha.

Este es el escenario que enfrentamos en estas elecciones, las que para desgracia nuestra ya tienen nombre y apellido, ya sea por la predecible actuación del árbitro que las regula, o por la pobre oferta electoral que en algunos casos se está ofreciendo al electorado no orteguista. La descalificación al proceso que se avecina pareciese ser la opción de quienes se sienten defraudados. Personalmente considero que el grupo social mayoritario después de las próximas elecciones, será el de los que se abstendrán de participar en ellas, convirtiendo su abstención en la primera demostración de una resistencia civil pacífica al Gobierno.

Con mucha frecuencia he estado escuchando a algunos comentaristas y “políticos” preguntarse sobre qué respuesta deberá darse a aquellos que consideran que en sus municipios la oposición es mayoría y desde ya vaticinan un triunfo rotundo sobre la fórmula gobiernista y por lo tanto insisten en participar en las próximas elecciones. Si bien es cierto que tal aseveración es valedera, también es cierto que esos municipios que no llegan a treinta en total, tienen presupuestos raquíticos y por su carencia de recursos, ni todos juntos logran incidir en la vida económica o política de la nación. Estas y otras consideraciones debieron haber sido suficiente motivo para haber insistido en tratar de lograr una unidad de criterios de todas las fuerzas opositoras. Pero la realidad es que en algunos casos predominó el oportunismo, en otros el zancudismo y por qué no decirlo, tan bien hubo quien se llenó de soberbia negándose a ceder espacios a quienes consideran su competencia.

Pero independientemente de los motivos particulares que predominaron, la verdad es que hace falta una definición y replanteo de la lucha por nuestro retorno a la vida democrática, y la respuesta perfectamente podría ser la Resistencia Civil, ya que el orteguismo ha logrado agotar a los partidos políticos, los que a su vez se han quedado sin respuestas ante los atropellos del Gobierno. Hasta que no comprendamos que la solución somos todos y que debemos actuar sin prejuicios mezquinos de ninguna índole, hasta entonces saldremos adelante. Mientras ese momento llega como llegó en 1979 y 1990, tendremos forzosamente que seguir esperando ese factor aglutinador que una nuestras voluntades dispersas.

El autor fue comandante de la Resistencia Nicaragüense y actualmente miembro del PLI.

COMENTARIOS

  1. Gustavo
    Hace 12 años

    LA PRENSA nos planteó la misma pregunta que se hace nuestra ciudadanía. ¿Cuál es la alternativa al orteguismo que debería ofrecernos la oposición en la actualidad? Mi respuesta a la misma es: La Resistencia Civil.

     

    ¿Cuál oposición?

    ¿De qué ciudadanía hablan?

  2. juan jose
    Hace 12 años

    Este señor Guillermo Miranda habla de Resistencia Civil,lo que el espera es el dinero facil que les pueden enviar sus amos del norte.
    Lo de la oposicion es que todos quieren ser presidentes y es por eso que no se unen.
    Ellos estan apostando quien se queda con el botin mayor y por eso tambien que no hay una consolidada de una sola organizacion como oposicion contra el gobierno que se les ponga.

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