Tatyana Luna/Vida
¿Eres de los padres que pasan horas preocupándose por cómo actúan tus hijos y evitas a toda costa que estos cometan errores? Si te identificas con esta interrogante, es probable que tengas los síntomas de ser un padre sobreprotector.
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Mimar a los hijos de vez en cuando no perjudica, pero como bien dice el dicho ‘todo en exceso es malo’ el sobreproteger a los pequeños puede generar una relación emocional y excesiva por parte de los progenitores, teniendo como consecuencia la necesidad de controlar a los hijos sin ningún límite.
Pero además, se crea una dependencia mutua. Cuando el pequeño llega a la etapa adulta puede desarrollar problemas de personalidad, sensación de inferioridad e incapacidad y ten por seguro que siempre estará dependiente de los padres, afirma César Briones, psicólogo.
Sin embargo, el problema de la sobreprotección es más complejo de lo que parece porque los hijos que son protegidos con exceso es porque los padres en cierto momento de la vida crecieron en una familia carente de emociones, como el afecto, amor y reconocimientos, o en caso contrario tuvieron padres exigentes o fueron maltratados en su niñez.
Al haber pasado los progenitores estas situaciones, tratan de proteger de cualquier situación a los hijos con el fin de que no pasen las carencias afectivas y económicas que en su niñez pasaron ellos.
BUSCANDO SOLUCIONES
Por esa razón, la única forma para evitar estas situaciones es que los padres sepan diferenciar entre educar, mimar y sobreproteger a los pequeños, para luego poder actuar correctamente e incidir en la educación de estos sin necesidad de protegerlos excesivamente. Recuerde que hay límites y que no todo lo que quieren los hijos se les puede dar.
Es en ese momento donde los padres deben ayudar a los hijos cuando estos lo necesiten y dejar que tropiecen y cometan errores, con el simple hecho de que experimenten y conozcan el ambiente donde desarrollarán su personalidad y habilidades. Lo importante de esto, es que aprendan a ser autónomos.
Trate de darle confianza al niño cuando este sienta que no puede hacer algo, y demuéstrele con ejemplos que sí puede lograrlo. Y ten por seguro que adquirirá más confianza en él o ella, recomienda el especialista.
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