LISBOA/AFP
Los bomberos portugueses, ayudados por cuatro aviones destinados a la lucha contra el fuego españoles y franceses, trataban este martes por la tarde de apagar los incendios que, desde hace varios días, causan estragos en el norte y el centro de Portugal y ya dejaron un muerto.
Tras una petición ayer lunes de las autoridades portuguesas, Francia y España enviaron cada uno dos aviones Canadair durante 48 horas.
“Por el momento, tenemos los medios necesarios”, estimó el ministro del Interior portugués, Miguel Macedo, durante una rueda de prensa.
En total, doce incendios forestales o de maleza movilizaron este martes por la tarde en el norte y el centro del país a cerca de 1,700 personas, frente a las 3,000 del día anterior.
El distrito de Viseu (centro) era el más afectado por esta ola de incendios, que avanzan desde el lunes con dos importantes focos en Azenha y Quinta da Sobreira y que unos 500 bomberos trataban de controlar.
Para hacer frente a esta situación, el gobierno decidió permitir a aquellos funcionarios, que son también bomberos voluntarios, acudir al lugar de los incendios en caso de necesidad, indicó el ministro del Interior.
Afectado por una grave sequía desde comienzos de año, Portugal sufrió un aumento de las temperaturas, superando los 30 grados en numerosas regiones. Los incendios ya dejaron tres muertos, entre ellos dos bomberos el pasado mes de julio.
Ayer lunes, un hombre de 54 años que intentaba salvar su granja de pollos fue encontrado quemado cerca de Ourem (centro). Antes de ser controlado durante la noche del lunes al martes, este incendio destruyó también dos casas y una fábrica.
Por otro lado, la caída de un helicóptero que ayudaba en la lucha contra el fuego causó dos heridos leves.
Por su parte, la policía judicial anunció el arresto de una persona de 55 años, sospechosa de haber originado dos de los incendios forestales ocurridos la víspera, lo que eleva a 42 el número de presuntos incendiarios detenidos este verano.