Un sismo de magnitud 4.7 Richter asustó hace pocos minutos a los pobladores de la Región Autónoma Atlántico Norte (RAAN), sitio donde fue localizado el terremoto.

Ante la alerta de tsunami en Poneloya fueron pocas las familias que dicidieron autoevacuarse y no atendieron el llamado de las autoridades de Defensa Civil. La mayoría ni se interesó en preguntar qué estaba pasando.

Unas semanas antes que se diera el sismo de ayer, la altura de las olas indicaba que las cosas no estaban bien, según los pescadores de Casares y La Boquita quienes asociaron el fenómeno natural a la marea alta que se dio la semana pasada.

La Policía ha manifestado que no les toca negociar y solo deben imponer el orden. Pero la noche del martes dejaron en libertad a otros siete productores para que fueran entregados por el alcalde sandinista Jairo Arce, de Condega, quien anda en campaña política por su reelección.

“Solo vi que se levantó una ola y nos volteó”, dijo Raquel Loáisiga, de 23 años, originaria de La Cruz de Río Grande, en la Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS), cuando recordó el accidente en el que murieron cuatro personas, en aguas de Laguna de Perlas.

Familiares de los dos campesinos que murieron el pasado domingo, tras un enfrentamiento con miembros del Ejército, pidieron una investigación exhaustiva del caso.

Keliwin Casco Carey o Andrés Casco Hurtado fue declarado culpable por el asesinato de una pareja y una niña de 9 años en la alejada comunidad de San Francisco, municipio de Pueblo Nuevo, departamento de Estelí.