Humberto Galo R.
Entre el 70 y 80 por ciento de la micro, pequeña y mediana empresa nacional tienen un origen familiar. A simple vista esto constituye una ventaja teniendo en cuenta las limitaciones financieras con las que se inician. Sin embargo, para el especialista en Empresas Familiares, José Adán Prego, con el correr del tiempo esto se vuelve una seria amenaza que impide a la empresa crecer.
El problema es que pocas pequeñas y medianas empresas cuentan con un gobierno corporativo, lo que vulnera la sobrevivencia del negocio porque se carece de una cadena de mando en la toma de decisiones. “Un gobierno corporativo ayuda a profesionalizar las empresas y hacerlas más competitivas”, menciona Prego.
Según la explicación, el Gobierno corporativo está integrado por los fundadores, personal que administra los recursos y quienes efectúan las labores operativas de la empresa. Sin embargo, el talón de Aquiles de este tipo de negocios es el relevo generacional. “Solo treinta por ciento de las empresas familiares sobreviven de la primera a la segunda generación”, sostiene Prego.
La alternativa es estructurar un protocolo de sucesión, el cual es un documento que establece los mecanismos con el que se irá desarrollando el traspaso generacional en las empresas familiares.
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