Cables combinados
Un terremoto de 7.6 grados sacudió este miércoles a Costa Rica y provocó dos muertes, decenas de lesionados, daños en infraestructuras, alertas de emergencias y escenas de pánico en todo el país.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) reportó el sismo de 7.6 grados en la escala Ritcher, a las 8:42 a.m., y ubicó su epicentro en la provincia de Guanacaste, sobre el Pacífico y donde se encuentran decenas de complejos turísticos internacionales.
“La península de Nicoya se elevó casi un metro” como consecuencia del sismo, dijo Marino Protti, científico del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), quien no descartó que en los próximos días alguna réplica “podría alcanzar hasta los siete grados”.
• Tres horas después, el Centro Estadounidense de Advertencias de Tsunami del Pacífico levantó la alerta de tsunami que había emitido para Costa Rica, Panamá y Nicaragua.
• En San Salvador la portavoz de Protección Civil, Glenda Durán, dijo que las autoridades ordenaron a la población que vive en la zona costera “se retire de las playas a zonas seguras” como medida de prevención.
• En Panamá el sismo provocó temor y alerta de maremotos en las provincias occidentales.
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En la región del epicentro un hombre y una mujer, adultos mayores, murieron víctimas de paro cardíaco durante el movimiento telúrico, informó la Cruz Roja.
Escenas de pánico se vivieron en esa región, donde imágenes de televisión mostraron multitudes que salían corriendo a las calles ante el fuerte y prolongado remezón, que derribó árboles, partes de techos, objetos en las casas y centros comerciales, y agrietó vías y estructuras.
Periodistas de la AFP fueron testigos de escenas similares en diferentes puntos de San José y ciudades aledañas en el valle central, a 150 kilómetros de la península de Nicoya.
“Fue terrible. No podíamos correr, no podíamos dar el paso, porque el movimiento era tan fuerte que nos imposibilitaba. La refrigeradora se corrió de un lugar a otro. Oímos un escándalo, la gente gritaba de terror”, contó a una emisora local un vecino de Nicoya.
“Lo sentimos muy fuerte, salimos corriendo, temíamos de que la casa nos cayera encima, la gente está alarmada”, dijo una pobladora de Nicoya a una emisora local.
“Estábamos en la piscina. Se formó una ola dentro de la piscina”, afirmó nerviosa una turista contactada por Canal 7 en la zona de Pinilla, a unos treinta kilómetros del epicentro. Igual descripción de escenas de miedo y daños se reprodujeron en las redes sociales, donde los usuarios colocaron fotos y vídeos de daños a casas, autos, edificios y carreteras.
En las provincias de Guanacaste, San José, Puntarenas y Alajuela varios edificios, incluidos hospitales, fueron evacuados y suspendidas las clases en las escuelas. Enfermos permanecieron en las aceras por horas a la espera de que las autoridades confirmaran que las estructuras de los hospitales estaban aseguradas.
En la ciudad de Puntarenas, a unos sesenta kilómetros de la zona del epicentro y sobre la costa pacífica, el hospital de la ciudad —un edificio de una decena de plantas— permanece cerrado luego de detectarse daños estructurales, dijeron autoridades.
Algunas carreteras, como la que une la capital con el Pacífico, registraron pequeños derrumbes que no llegaron a bloquear el paso, pero la vía entre la ciudad de San Carlos (Alajuela) y la comunidad de Zarcero quedó parcialmente destruida.
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