El nueve de agosto vi por televisión que la bancada “opositora” en la Asamblea Nacional introdujo un proyecto de ley para beneficiar a los miembros del movimiento de la tercera edad. No supe si reír o llorar, al final me embargó una profunda tristeza al darme cuenta de la ignorancia e incapacidad de los “representantes” de todos los partidos en ese foro político.
Ignorancia e incapacidad porque el decreto 38-94, al derogar los artículos 44, párrafo 2do., 56 y 114 del reglamento general de la Ley de Seguridad Social no afecta la vigencia de la Ley Orgánica que en su Art. 49 establece la pensión reducida y continua vigente; por lo que los adultos mayores deben exigir su aplicación y cumplimiento pues por ningún lado la Ley del INSS establece que la ausencia del reglamento impide su aplicación, y los diputados lo que hicieron es montar albarda sobre aparejo sin ningún cambio porque introducen como ley los artículos derogados del reglamento haciendo pequeños maquillajes. La ponencia “opositora” fue abortada y lo más seguro es que los adultos mayores la rechazarían porque establecía escalas por cotizaciones alcanzadas y estos exigen como base el equivalente al salario mínimo. ¿Se quedarían callados los pensionados que cotizaron lo exigido por la Ley y reciben el salario mínimo?
Ignorancia, incapacidad y ceguera partidaria del
presidente de la comisión económica de la Asamblea, cuando con su clásico histrionismo y a veces cantinflescas respuestas hace recaer la culpa de la situación del Seguro Social sobre los gobiernos neoliberales que precedieren al actual, olvidando convenientemente que su partido gobernó en los ochenta y despojó al INSS de todos sus hospitales, policlínicas y otras propiedades que durante más de treinta años el Gobierno Central ha usufructuado sin pagar un solo centavo a los dueños del Seguro Social: los obreros y campesinos en el poder. Si sumamos las pérdidas monetarias por la inflación galopante sobre las cotizaciones, la pérdida atribuible a ellos es mayor que todo lo mal habido por los otros gobiernos.
Para rematar su actuación el presidente de la comisión índica que todo será solucionado cuando se discutan las reformas a la Seguridad Social, donde ni siquiera se plantea ni reconoce la deuda caribe que el Estado tiene con el INSS y como ya cuentan con la complicidad de la iniciativa privada, del Fondo Monetario Internacional y los sindicatos oficialistas, tienen asegurada la aprobación en la Asamblea para la nueva ley fraguada por ellos y que vendrá a rascar más los bolsillos de los asalariados que volverán a cotizar para que sus aportes sean destinados a enriquecer a castas privilegiadas de políticos, militares y policías.
Durante muchos años este señor ha dejado pasar el “error” del Ministerio de Hacienda que no incluye en el presupuesto las sumas que el Estado debe entregar al INSS por aporte estatal que su Ley Orgánica manda en Arto. 23 inciso c) ya que su obligación al presidir la comisión económica es velar que la ley se cumpla al igual que el 6 por ciento de las universidades, el porcentaje para las alcaldías, el monto destinado a la Corte Suprema de Justicia y las asignaciones para que no les falte salud y bienestar al Ejército y la Policía.
“Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana y sobre el Universo no estoy tan seguro”. Albert Einstein El autor fue auditor General del Banco Central de Nicaragua y Consultor de la Superintendencia de Pensiones.
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