La bandera de la protesta es la azul y blanco. La meta nacional es cambiar de raíz la forma de hacer política en Nicaragua. Nuestros adversarios son los partidos políticos, la clase política y la dictadura, la cual solo es posible con la colaboración directa tanto de los partidos como de los políticos.
Los resultados en cada uno de los municipios de la República son del conocimiento de los Ortega-Murillo desde hace seis meses. Hasta el de las alcaldías que le van a dar a los zancudos y eso es del conocimiento pleno de los partidos de “oposición”.
Los partidos de “oposición”, quienes tienen ese nombre solo por llamarse de algún modo, llevan candidatos que lo hacen pensar a uno si saben o no saben su verdadero papel. Son personas que habían llevado un comportamiento correcto en su actuar partidario, hasta que las convencieron para que participaran en las elecciones más descaradas y grises de nuestra historia. Pasando por alto la presencia de Apre y ALN, puesto que no tienen derecho de estar participando, dado que no cumplieron con los requisitos de la Ley Electoral en cuanto al porcentaje mínimo de votos, el descaro más grande es haberlos puesto con el 98 por ciento y el 95 por ciento de candidaturas a nivel nacional, cuando ninguno de ellos llegaron a los diez mil votos y sin embargo, tienen partidarios suficientes para llenar más de 12 mil plazas entre candidatos a alcaldes, vicealcaldes, concejales y los miembros de las JRV del país. Ahí hicieron añicos la aritmética y el respeto a los ciudadanos.
Por otro lado, es casi imposible que don Eduardo Fonseca, candidato a la Alcaldía de Managua por el PLC y don Alfredo Gutiérrez, candidato a alcalde de Managua por la Alianza PLI, no sepan que el fraude electoral ya está consumado y las plazas asignadas.
¿Por qué hombres correctos pertenecientes a la Cámara de Comercio, con carreras exitosas y empresas independientes y consolidadas, se prestan al circo de los Ortega-Murillo? ¿Piensan en realidad que son capaces de derrotar a doña Daysi Torres, candidata inconstitucional pero con la venia de los dueños del fraude? Si lo piensan, no serían exitosos comerciantes y si no lo piensan, se unieron a la larga lista de zancudos, deteriorando sus imágenes de hombres de negocios que lograron sus triunfos gracias a su esfuerzo personal.
Ninguno de ellos tienen derecho a lamentarse cuando salga el Sol el 5 de noviembre y escuchemos la voz pastosa y burlona del moderno Modesto Salmerón, recitando los resultados de sus elecciones: municipio de Managua, FSLN 68 por ciento, PLC, 8 por ciento, PC 2 por ciento, ALN, 0.58 por ciento, Apre, 0.42 por ciento Alianza PLI, 21 por ciento y así durante dos agónicos días, hasta que llega la hora 25: FSLN, 144 alcaldías; PLC, 2 alcaldías; PC, 1; Apre, 0; ALN, 1; Alianza PLI, 5. Total: 153 Alcaldías.
El 5 de noviembre solo vamos a tener derecho a gritar los que vistamos la camiseta azul y blanco que va a ser la señal que no votamos y los gritos, la señal para que seguimos luchando hasta que Nicaragua sea República.
El autor es comentarista político.
Ver en la versión impresa las páginas: 10 A