Mabel Calero
27 toneladas de desechos sĆ³lidos se recogen al dĆa en el municipio de Diriamba, cifra que crecerĆ” con el aumento de la poblaciĆ³n.Ā
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En medio de los desechos humeantes y el hedor del basurero municipal de Diriamba varios niƱos y adolescentes se apresuran a buscar latas, plƔsticos, metal y todo lo que puede ser de valor para obtener unos cuantos pesos y sobrevivir.
AdemĆ”s de tener en comĆŗn la necesidad econĆ³mica, han desistido de ir a la escuela. Juan Carlos Espinoza, de 9 aƱos, comentĆ³ que en varias ocasiones ha estado en la escuela, pero ha decidido ayudarle a su mamĆ” porque no le gusta estudiar.
De igual forma varios adolescentes que llegan al basurero a recolectar material reciclable, desde que estaban pequeƱos, aseguran que nunca fueron a la escuela y otros fueron pero desertaron.
āYo nunca fui a la escuela porque cuidaba a mi abuelita que era ciega, despuĆ©s muriĆ³ y comencĆ© a trabajar recolectando chatarra, fui a la escuela unos dĆas porque Mifamilia (Ministerio de la Familia) me llegaba a traer a la casa, pero despuĆ©s me salĆā, dijo Marcos Flores.
ENVIADOS POR SUS PADRES
SegĆŗn el alcalde de Diriamba, Bismarck PĆ©rez, la recolecciĆ³n y clasificaciĆ³n de residuos āes una de las peores formas de trabajo infantil y una de las mĆ”s difĆciles de eliminarā, puesto que la mayorĆa de estos niƱos son enviados por sus padres.
āEstos niƱos que recolectan latas, chatarras y aluminio estĆ”n expuestos a varias enfermedades como infecciones respiratorias, diarreas, parĆ”sitos, tuberculosis, asimismo estĆ”n expuestos a accidentes por la falta de supervisiĆ³n de los mayores, sin embargo los padres los envĆan a hacer este tipo de trabajoā, dijo PĆ©rez.
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