Madrid/EFE
Iker Casillas, capitán del Real Madrid, debutó con el primer equipo blanco hace trece años, un 12 de septiembre de 1999 en una visita ligera a San Mamés, cuando ocupó ante el Athletic Club de Bilbao el lugar del portero alemán Bodo Illgner.
Fue en la tercera jornada de la Liga 1999/2000. En un partido en el que Illgner estaba lesionado y el segundo portero, el argentino Albano Bizarri, sufría molestias en un hombro. Casillas debutó con 18 años.
Después de hacer la pretemporada con el primer equipo que entonces dirigía el técnico galés John Benjamin Toshack, llegó el estreno de Casillas. Desde entonces, ha ido llenando de títulos su currículum.
“Antes de viajar a Bilbao, Toshack me preguntó cómo estaba. Le dije que bien y me dijo que perfecto, porque iba a jugar en San Mamés. Me entraron los nervios y llamé a mis padres para decírselo. Esa noche dormía con (Fernando) Hierro, pero me dejó hacerlo solo para que estuviera tranquilo. Pasé de jugar el play-off de ascenso a Segunda B a estar en San Mamés ante 50 mil personas. No fue fácil, pero para ser la primera vez, lo hice bien. Me pongo un notable”, recuerda Casillas en los medios del club.
Desde que el portero madrileño entró a la cantera blanca en 1990, pasaron nueve años hasta que cumplió el sueño de jugar con el primer equipo.
Ahora, con 31 años, Casillas ha disputado 630 encuentros oficiales con el Real Madrid y solo tiene por delante en el ránking histórico a Raúl González, Manolo Sanchís hijo y Carlos Santillana.
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