El viernes 7 de septiembre corriente, el inefable magistrado y presidente de facto del Consejo Supremo Electoral (CSE), anunció que no se pondrán las fotos de los candidatos a alcaldes y concejales en las boletas de votación de las próximas elecciones municipales. Y aseguró que no es por razones económicas, sino porque la gente vota por el nombre de un partido y no de una persona.
Esa es la misma razón que argumentó el FSLN, para justificar la designación de sus candidatos por medio del dedazo, desde arriba, sin tomar en cuenta las opiniones de sus propias bases. De manera que es fácil advertir cómo el CSE de facto cumple dócilmente las indicaciones y acuerdos del partido oficialista y del caudillo gobernante.
Acerca de la decisión del CSE de facto de eliminar las fotos de los candidatos en las boletas electorales, se han hecho diversas interpretaciones. Algunos opinan que con esto se pretende atenuar las inconformidades que hay en las bases del FSLN por las candidaturas impuestas mediante el dedazo. Otros aseguran que el objetivo es confundir a los electores de oposición e independientes, pues muchos de ellos no podrán identificar a sus candidatos y votarán en la casilla de otro partido, lo cual se refiere particularmente a los partidos liberales que se identifican con el mismo color rojo de sus banderas.
Pero la verdad es que la discusión sobre las fotos en las boletas de votación es de vieja data. Ya en septiembre de 2004, antes de las elecciones municipales de ese año, el CSE y su actual presidente de facto decidieron que las boletas no llevarían las fotografías de los candidatos alegando que creaban complicaciones técnicas y aumentaban su costo económico. Pero el mismo CSE revocó su decisión y optó por mantener las fotos en las boletas, atendiendo las protestas de algunos de los partidos participantes en la contienda electoral. Y cabe recordar que en aquella ocasión uno de los principales directivos del FSLN, el actual presidente de la Asamblea Nacional, René Núñez, declaró en nombre de su partido que para este las fotos no eran una prioridad, pero que apoyaba a quienes estaban solicitando que se mantuvieran.
En realidad, para efectos electorales es irrelevante que las boletas de votación municipal incluyan o no las fotos de los candidatos a alcaldes y concejales. Pero su eliminación tiene un significado ideológico, como lo advirtió el diputado del PLI, Eliseo Núñez Morales, al decir que “esto representa un retroceso más en la capacidad del elector, pues lo retrotrae a un sistema en que se vota por consignas y no por personas. Es parte de una visión totalitaria en que el partido es más importante que sus integrantes, donde el ser humano es una masa informe y no un ser sujeto de derechos y revestido de dignidad”.
Ciertamente, en el totalitarismo el partido es todo y el individuo nada. Y solo el caudillo mesiánico puede salir en la foto y mostrarse en los grandes rótulos fascistas.
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