Lucydalia Baca Castellón
Un capital de cincuenta córdobas, el amor que desde niña desarrolló por las manualidades, una cabeza llena de ideas, sueños y la firme convicción de haber nacido para dar órdenes y no para recibirlas, fueron las dosis de impulso para que Mayra Cortez abandonara hace 12 años su empleo como docente universitaria. Mejor decidió entregarse por completo a su taller de manualidades, que había fundado, con la idea de transmitir sus conocimientos a otros amantes de este oficio que exige creatividad y dedicación.
“Con el paso del tiempo llegó un momento en que habían tantos pedidos que ya no tenía tiempo para enseñar. Tuve que dedicarme a capacitar a gente que me ayudara a producir el papel artesanal que utilizaba para hacer las manualidades”, recuerda Cortez.
En aquel momento buscó ayuda en el Instituto Nicaragüense de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (Inpyme). La inscribieron en el programa Manos Laboriosas, que permitía a un grupo de artesanos instalarse en los centros comerciales durante los fines de semana para dar a conocer sus productos y hacer contactos.
[/doap_box][doap_box title=”Promueve el autoempleo” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
Ofrece cursos para hacer manualidades en foamy, fieltro, flores troqueladas y bisutería. Los interesados en aprender el oficio pagan una módica suma que se transforma en colaboración para la parroquia.
También han tenido convenios de capacitación con el Centro de Apoyo a la Mujer. Algunas de las beneficiadas se han convertido en empleadas de Details y otras han establecido sus propios negocios.
Además para la elaboración del papel vegetal, que producen pliego a pliego, tiene alianzas con la cooperativa de mujeres Arte Café de Matagalpa que les proporcionan cascarilla de café y otras les dan el pinzote de banano y de piña, y la tuza del maíz.
El papel reciclado de oficina que se junta con la fibra para obtener el papel, se obtiene a través de convenios similares.
[/doap_box]
En ese entonces su hermana, Julia Baquedano, era una niña que la acompañaba por diversión. Ahora, graduada de abogada, divide su tiempo entre la elaboración de artesanías y los asuntos legales de la empresa.
Las bolsas de regalo y las tarjetas fueron las que le abrieron a esta emprendedora el mercado local. “Siempre que mis hijos iban a cumpleaños yo les hacia las bolsas para el regalo. Montaba los dibujos infantiles sobre papel kraft usando la técnica de filigrana. Entonces las mamás los cortaban y los enmarcaban. Entonces las mamás comenzaron a pedirme que les hiciera bolsas similares. Así empezó el negocio”, dice Cortez.
SIEMPRE QUISO SER EMPRESARIA
Por venir de una familia de comerciantes Mayra siempre quiso tener una empresa. Tenía que ser de cosas hechas a mano. Hoy ese sueño se ha concretado, tras 12 años de trabajo duro, el taller se convirtió en la empresa Details, que en promedio produce mensualmente: diez mil pliegos de papel vegetal para el autoconsumo y venta, veinte mil bolsas para regalo y miles de detalles adicionales como cajas para joyería y regalos, papel para empacar regalos, tarjetas, prensa pelos, bisutería y todo tipo de recuerdos para eventos.
La empresa promedia ventas de entre noventa y cien mil dólares anuales y emplea a tiempo completo a diez personas: dos ingenieros industriales, un diseñador, una abogada y varios artesanos.
En el 2010 gracias al apoyo del programa Empresas & Empleos (E&E) que financia la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), Details concretó una relación comercial con supermercados La Colonia. Esto implicó desarrollar una línea de empaques para regalo y otras artesanías llamada Economax Detalles que desde el 2011 distribuye ese supermercado de forma exclusiva.
Además con la ayuda de E&E y el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific), logró entrar en un proyecto que les permitió obtener la certificación internacional ISO-90001. Eso convirtió a esta pequeña empresa ser la única pyme productora de papel artesanal que en América Latina está certificada.
HACIA EL MERCADO EXTERIOR
“Nos permitió entrar a un segmento de mercado totalmente diferente a lo que se supone que son las pymes en general. Por eso digo que estoy a mitad de camino de lo que quiero para mi empresa”, dice Mayra.
Añade que producir parte del papel que utiliza en las manualidades, es una de las fortalezas de la empresa porque le permite controlar la cadena productiva.
El próximo paso es la internacionalización de los productos. “Ahorita la empresa está en una etapa distinta. Nacionalmente somos una empresa pequeña pero tenemos calidad internacional, por lo que antes que finalice el año esperamos estar exportando nuestros productos hacia Canadá y Centroamérica. Pero sin descuidar el mercado nacional que fue el primero que nos dio de comer”, comenta.
Aunque actualmente los esfuerzos están dirigidos a consolidarse como exportadores, la empresaria reconoce que a través de otros productos sus manualidades ya son conocidas en el mercado internacional. “Por ejemplo a través del detalle de tela que llevan las tapas de las mermeladas y jaleas Callejas de exportación”.
Mayra cursó una licenciatura en arte y otra en turismo internacional. Ahora compagina su rol de empresaria con el de esposa, madre e hija. Está casada hace 21 años y tiene dos hijos, uno de 20 años y el otro de 13. Además, el taller se ha “tragado” más de la mitad de la casa de su madre, que es además una de sus colaboradoras. Por lo que la principal meta para el 2013 es construir el edificio para la empresa.
Ver en la versión impresa las páginas: 4 C
