Roy Moncada IV y Última Entrega
Desde que Ortega retornó a la presidencia en 2007 su publicidad ha sido permanente, no así la de Torres que hasta la fecha no existe. A menos de dos meses para las elecciones no existen rótulos de ella en la calles.
Pero ha tenido intentos. La fiesta de Santo Domingo de Guzmán es una. Pese a que practica la religión evangélica ha aceptado el nombramiento de mayordoma de Santo Domingo de Guzmán.
Su protagonismo en las fiestas de los managuas es criticado debido a la cantidad de dinero que destinó. Este año que es electoral la partida presupuestaria fue de cinco millones de córdobas.
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El paso de Daysi Torres como alcaldesa designada en la Alcaldía de Managua ha sido el más gris en las últimas dos décadas de historia. Una figura que en tres años de administración (2009-2012) no tuvo popularidad en los capitalinos.
Diferentes personalidades responsabilizan al secretario general de la municipalidad, Fidel Moreno, de opacar imagen y robarle el protagonismo a Torres. Vano resulta lo establecido por la Ley de Municipios sobre las funciones del alcalde y vicealcalde, porque en los últimos años la cara, y la batuta, de la comuna capitalina ha sido la del secretario general. El concejal opositor Luciano García dice que Moreno es la persona que ha mandado en toda la administración. “Esta Alcaldía no tiene una persona que dirija administrativamente su curso… y es que Daysi Torres no manda, sino que Fidel Moreno, pero ella está ahí porque es parte de la política dictatorial de Daniel Ortega”.
A inicios y mediados del 2010 encuestas de CID Gallup y la Coordinadora Civil revelaron que Torres era casi una desconocida.
Para febrero de ese año el 56 por ciento de los encuestados desconocían el nombre de la alcaldesa. Tres meses después el 80 por ciento de quienes si conocían a Torres, se les preguntó cómo evaluaban su trabajo; expresaron que “mal”.
LAS DOS DAYSI
De origen campesino; madre, periodista y militante fiel a las filas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Torres es recordada por excompañeros de trabajo como una “madrina” en la profesión. Siempre tuvo gana y voluntad de ayudar a los periodistas nuevos y coraje para preguntar y cuestionar.
Lucía Pineda Ubau, periodista del canal 100% Noticias, confiesa que el carácter de Torres era un poco fuerte cuando trabajó con ella en los años noventa.
“Es una persona que habla sin pelos en la lengua, también humilde y consciente para reconocer sus errores”, dijo Ubau.
Pero esa persona que reconocía los errores desapareció con el cargo de alcaldesa designada. Tres años de alcaldesa y la autonomía municipal se extinguió; exageró la práctica de no licitar proyectos y dejó de cuestionar. Ahora es una mujer que se priva de hablar de esas cosas y le huye a sus antiguos colegas.
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