Martha Vásquez
El procesado Henry Fariñas declaró en audiencia de juicio que la Policía Nacional allanó la casa de Alejandro Jiménez alias “El Palidejo” en Nicaragua y que este para librarse de la situación le había pagado una fuerte cantidad de dinero a la Policía, eso habría sucedido aproximadamente dos meses antes del atentado que sufrió en Guatemala donde murió el cantautor argentino Facundo Cabral, en julio del 2011.
“Por la memoria de Facundo Cabral quiero que esto se aclare en todos su trasfondo y forma”, comenzó Fariñas.
“Se me va a dañar la vida más que ahora, pero no importa. El señor me dijo que se les había solucionado el problema porque le habían pagado una fuerte cantidad de dinero a la Policía”, expresó Fariñas, después que el procurador Francisco Mairena le preguntara por qué Jiménez había atentado contra él.
“Lo que yo quería acreditar es que el señor Javier Eucastegui no estaba en pleno uso de sus funciones motrices para el 4 de abril del 2011, que es la fecha en que supuestamente estaba aquí en Nicaragua”, argumentó Cruz.
Según el abogado, el testigo del que prescindió venía a acreditar que su defendido Eucastegui había realizado viaje a lo interno de Colombia. Esta última versión entra en contradicción con lo dicho por Conde, que Eucastegui estaba en reposo.
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A pesar de las declaraciones realizadas por Fariñas, ni la Fiscalía ni la PGR insistieron en saber por qué “El Palidejo” había pagado a la Policía ni se profundizó sobre el asunto para llegar a la verdad.
Antes de Henry Fariñas, el procesado Hugo Jaens —otro de los acusados por crimen organizado, lavado de dinero y transporte internacional de droga— dijo que en el night club Elite Nicaragua regalaban tragos de cortesía a miembros de la Policía Nacional, ya que eran “amigos” de ellos, sobre todo de los que estaban ubicados en el Distrito Cinco de Policía.
“Es un lugar público. Estamos a cuatro cuadras de Inteligencia de la Policía Nacional, éramos amigos de todos los policías, desde el más bajo hasta el más alto, del Distrito Cinco Sí, a todos los altos jefes se les daba trago de cortesía, uno o dos, del Distrito Cinco, a qué hombre no le va a gustar ver un show”, declaró el testigo, cuando le preguntaron por las cortesías en el Elite.
Jaens también aseguró que el Elite siempre fue un negocio rentable, “es la ignorancia, el que no sabe dice que no es rentable, pero a este tipo de negocio llegan diplomáticos, diputados, ejecutivos y gastan hasta tres mil dólares, no importa que hayan dos o tres clientes”, dijo Jaens.
También dijo que el noventa por ciento de los clientes pagaba con tarjeta de crédito, que esas transferencias se pasaban en dólares y luego se trasladaban a otra cuenta a Panamá.
¿JUEZ DETECTA FALSO MÉDICO?
La juez Adela Cardoza cuestionó ayer la credencial de médico del colombiano Jorge Conde, quien testificaba a favor de su compatriota Javier Eucastegui, acusado de crimen organizado en el caso Fariñas.
“Que conste en acta que este carné que presentó el testigo tiene foto del señor antepuesta, no soy perito, pero como buen nicaragüense diríamos es un parche y debajo están ocultas las letras Secretaría de Salud y no tiene sello ni en el adverso ni en el reverso. Es una copia emplasticada”, dijo Cardoza.
El testigo fue propuesto por Roberto Cruz, abogado de los pilotos colombianos Eucastegui y Gonzalo Rúgeles, acusados de trasladar la droga de Colombia a Centroamérica, para la supuesta estructura narco del tico Alejandro Jiménez, alias “El Palidejo” y su operador en Nicaragua, Henry Fariñas.
“La juez reconoció que ella no es perito y ya eso expresa claramente que no tiene las calidades para decir si esa credencial es oficial o no. En principio aquí no tenemos referencia para saber cuáles son las credenciales que utilizan los funcionarios públicos de Colombia”, expresó el abogado Cruz.
El testigo Jorge Conde declaró en juicio que es médico especialista en accidentes laborales y que fue de su conocimiento que Eucastegui padecía de artritis reactiva y que estuvo hospitalizado en los meses de marzo, abril y mayo, y que los días que no estaba hospitalizado se encontraba de reposo.
Hasta la hora de cierre de este rotativo, el juicio no había sido suspendido.
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