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“Hace también una polarización en el uso de los colores, dándoles carácter en el lienzo caliente del Malinche y en el azul frío y misterioso, indefinido, de ensoñación”. Gloria Elena Espinosa, escritora

Colores de Carlota

“Mi arte es multifacético me gusta inventar”, dice Rosa Carlota Tünnermann. Y confiesa que ha pasado por innumerables etapas a través de los años, destacando su periodo ecológico, la del action painting, y su curiosidad por el tiempo y el espacio. “El otro día leí en un artículo que decía que solo conocemos un cuarto del universo, qué barbaridad!”, agrega sorprendida.

Angelika Romero

“Mi arte es multifacético me gusta inventar”, dice Rosa Carlota Tünnermann. Y confiesa que ha pasado por innumerables etapas a través de los años, destacando su periodo ecológico, la del action painting, y su curiosidad por el tiempo y el espacio. “El otro día leí en un artículo que decía que solo conocemos un cuarto del universo, qué barbaridad!”, agrega sorprendida.

Rosa Carlota nació un 4 de abril de 1936, en Managua. Cuando tenía 7 años se trasladó a estudiar a San Francisco, California, en una escuela de monjas llamada St. James.

Sin embargo es en el Colegio Americano nicaragüense donde se bachillera, justo antes de mudarse a Suiza con el propósito de aprender francés. También estudió puericultura en Pouponniere des Grangette en Ginebra, lo que le ayudaría en el cuido de sus hijos.

Regresa de Europa a Nicaragua en 1957 y ya curada del asma que la afectaba, dos años después contrae matrimonio con su primo hermano, Carlos Tünnermann Bernheim. “Yo siempre admiré sus cuentos y eso me enamoró”, dice. Curiosamente, ellos se comprometieron el día de la masacre estudiantil de León, el 23 de julio de 1959.

Pedagoga y doctora en educación, Tünnermann estudió pintura en centros como la Universidad de los Andes, Universidad de Costa Rica, Universidad Católica de Washington DC, Montgomery College, Universidad Centroamericana (UCA) y en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León).

También ejerció la docencia. “Me gusta el arte pero para enseñarlo”, dice, quien fue profesora de pintura y arte por ocho años en el Colegio Americano Nicaragüense, época que recuerda con cariño cuando mira parte de algunos collages y esculturas hechas por sus estudiantes, y que adornan su hogar.

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EN LA POLÍTICA

Rosa Carlota pertenece al grupo de pintores Expectativa y es miembro de la Asociación de Artistas Plásticos Leonel Vanegas. Además de ser maestra también ha sido estudiante del maestro Frutos Paniagua de 1990 a 1992.

También se ha destacado como jurado de varios certámenes de pintura infantiles promovidos por Telcor, Tele-Éxitos Canal 2 y Certamen Sebastian.

En su vida la política fue consejera de la misión permanente de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y consejera cultural de la Embajada de Nicaragua en Washington, DC, en los años ochenta.

LA CRÍTICA

De su mundo pictórico Alvaro Urtecho, escritor y crítico de arte, escribió: “La efusividad cromática de Rosa Carlota no está reñida con la fineza de la línea y el anhelo de perfección formal. Su visión de la naturaleza no es convencional ni mimética: es la visión de un templo, una sagrada selva en donde surge, como diría Darío, la armonía, en este caso, la armonía de sus colores múltiples”.

El universo poético y plástico que la circunda también puede adivinarse en lo que Urtecho mencionó como: “Un contraste rítmico entre el celeste y azul del cielo y las aguas con la profusión de verdes y amarillos que recuerdan un paisaje japonés o espesuras de algún rococó soterrado”.

Sin menospreciar su constante apreciación; “inspirada en el paisaje nacional, logra una perspectiva nítida y bien recortada de un árbol como el malinche en la hora crepuscular”.

De esa esencia natural y mágica de la naturaleza que refleja Tünnermann en los árboles, la escritora leonesa Gloria Elena Espinosa expresa: “ En Malinche y Malinche junto al río , el color estampa la fuerza con la que el árbol da sus flores. Rosa Carlota lo muestra en su época feliz, en su triunfo y gloria, vibrante, cuando es fuego y sangre en las planicies del Pacífico”.

No obstante, en su crítica sobre la obra de la pintora, el escritor Anastasio Lovo, sostiene: “Color y movimiento se constituyen en elementos significativos y teleológicos (en su acepción de intencionalidad) de esta singular obra, tal y como lo revelan algunos nombres de sus cuadros: Verde en acción o Colores en acción . Pero es la preocupación por el color la que sobredetermina la creación de esta artista”.

Aun con varias exposiciones, sueños cumplidos, y experiencias que compartir, Rosa Carlota Tünnermann pinta todos los días buscando la perfección del cuadro y se prepara para en el mes de noviembre exponer sus creaciones junto con 13 artistas nacionales en Galería Epikentro.

Cultura arte Nicaragua Pintura Rosa Carlota Tünnermann archivo

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