DAMASCO/AFP
El emisario internacional Lakhdar Brahimi llegó ayer a Damasco para su primera y “extremadamente difícil” visita a Siria. Hoy tiene previsto reunirse con el presidente Bashar al Asad y con miembros de la oposición.
Brahimi expresó tras su llegada a Damasco que “venimos a Siria para reunirnos con nuestros hermanos sirios porque hay una crisis grave (…) y creo que se está agravando, según un texto publicado por la agencia oficial siria Sana.
“Creo que todo el mundo está de acuerdo en subrayar la necesidad de detener el derramamiento de sangre y restaurar la armonía (en Siria) y esperamos conseguirlo”, añadió.
Brahimi llegó a Damasco acompañado por el viceministro sirio de Asuntos Exteriores, Faycal Meqdad, que le deseó “todo el éxito posible”.
Mientras, en Alepo, los insurgentes, que anunciaron haber unificado sus fuerzas militares en la metrópolis, avanzaron, según los habitantes, hacia Midane, un barrio estratégico del centro, donde estallaron combates y los rebeldes tomaron el control de un puesto de policía, antes de ser retomado por el ejército, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que registró 23 muertos en la jornada.
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