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Luis Sánchez Sancho

La patria de Odiseo

La Odisea , como se sabe, es la narración fantasiosa del viaje del héroe de la guerra de Troya, Odiseo, de regreso a su patria, después de aquella épica contienda que duró diez años.

El viaje de retorno de Odiseo es muy largo en la distancia. Troya estaba situada en la orilla del Asia Menor, donde ahora es Turquía, y la isla de Ítaca (la patria del héroe donde lo esperaban su hermosa, paciente y fiel esposa Penélope, su joven e impetuoso hijo, Telémaco, y su anciano y sabio padre, Laertes, quien cuando regresa su hijo al que creía muerto rejuvenece milagrosamente), estaba –estᖠsituada más allá de la Grecia continental. Pero además de largo, el viaje de retorno de Odiseo a Ítaca se prolongó durante otros diez años y estuvo lleno de fantásticas aventuras, algunas gloriosas y otras penosas e infortunadas.

El nombre de Odiseo, dice Robert Graves, significa “el enojado” en la antigua lengua griega, y su versión latina, Ulises, probablemente está formada con las palabras “ouslos” (herida) e “isches” (muslo). O sea: “el que tiene una herida en el muslo”, quizás en relación a la cicatriz que Odiseo o Ulises tenía en uno de sus muslos por la mordida de un jabalí; cicatriz por la cual la anciana Euriclea, su antigua nodriza, reconoce a Odiseo cuando este por fin regresa a su patria y su hogar en Ítaca.

Uno de los capítulos más relevantes en La Odisea , de Homero, es el que describe su llegada al país de los Feacios, siete años después de haber salido de Troya. La princesa Nausica lo encuentra desmayado en la playa, lo auxilia y lo lleva ante su padre, el rey Alcinoo, “cuyos consejos eran inspirados por los propios dioses”.

Alcinoo agasaja a Odiseo como mandan los dioses que se debe tratar a los huéspedes. Y entonces el viajero cuenta a su anfitrión los infortunios que ha sufrido desde que salió de Troya y emprendió el camino de regreso a Ítaca, con el anhelo de volver a reunirse con su amada esposa Penélope y con su querido hijo Telémaco. Y es entonces que Odiseo describe para Alcinoo cómo es su patria, Ítaca, y con palabras emotivas le revela su sentimiento patriótico:

“Soy Odiseo Laertíada (es decir, hijo de Laertes), tan conocido de los hombres por mis astucias de toda clase; y mi gloria llega hasta el cielo. Ítaca es áspera pero buena criadora de mancebos —dice Odiseo a Alcinoo–. Pero yo no puede hallar cosa alguna que sea más dulce que mi patria… No hay cosa alguna más dulce que la patria y los padres, aunque se habite en una casa lejana, pero opulenta, en país lejano, apartado de aquellos…”.

En realidad, Ítaca no era en la antigüedad la gran cosa, ni lo es ahora. Es una minúscula isla rocosa de 976 kilómetros cuadrados y poco más de tres mil habitantes, quienes, si no fuera por la pesca y sobre todo por el turismo atraído por la leyenda de Odiseo, no podría sobrevivir.

Pero es la patria de Odiseo, la tierra de sus padres, el suelo de su familia, el dulce hogar de su mujer y su hijo. Jorge Luis Borges tal vez tuvo en cuenta ese sentimiento de Odiseo cuando en una memorable declaración que dio en 1976 al periodista rumano argentino Bernardo Neustadt, expresó que la patria es “algo que se siente”. Y a Ítaca —escribió el gran poeta griego Constantino Cavafis— hay que tenerla siempre en el pensamiento porque llegar hasta allí es nuestro destino.

“Ítaca es áspera pero buena criadora de mancebos —dice Odiseo a Alcinoo—. Pero yo no puede hallar cosa alguna que sea más dulce que mi patria… No hay cosa alguna más dulce que la patria y los padres, aunque se habite en una casa lejana, pero opulenta, en país lejano, apartado de aquellos…”. En realidad, Ítaca no era en la antigüedad la gran cosa, ni lo es ahora. Es una minúscula isla rocosa de 976 kilómetros cuadrados y poco más de tres mil habitantes…

Columna del día Opinión búsqueda Odiseo patria archivo

COMENTARIOS

  1. JOSE DAVID LAGUNA
    Hace 12 años

    Asi es, todos deseamos volver a la Patria que nos vio nacer. Por po
    bre que sea, por sucia y miserables que sean sus barrios, por ladron
    y saqueador que sea su gobierno, uno siempre desea volver. Ya llega
    ra ese dia aunque solo comamos frijoles parados y guineo cuadrado.
    Aunque llevemos un diluvio de lagrimas dentro del corazon, siempre sera nuestra Patria.

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