Tania Sirias Aguilar
La democracia en Centroamérica ha retrocedido, según el informe Estado de la Región, presentado por su coordinador Alberto Mora. Los señalamientos de fraude en las elecciones municipales de 2008 en Nicaragua, el golpe de Estado en Honduras en 2009 y los brotes de violencia política en las elecciones presidenciales de Guatemala en 2010 son parte de este estudio.
En el caso de Nicaragua los activistas fuerte, según el informe, apenas un cuatro por ciento del total de la población, dijo Alberto Mora.
“El extremo son aquellos que no votan, que en Nicaragua son un cinco por ciento de la población, de acuerdo con los datos de 2010”, sostuvo el investigador.
Mora dijo que la participación ciudadana en Nicaragua no está tan mal, ya que en Costa Rica es cerca de una tercera parte de la población la que no participa, que no vota.
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Mora comentó que las transiciones hacia las democracias en Centroamérica terminaron y lo que resultó no fueron democracias plenas sino más bien regímenes híbridos, en los cuales existen prácticas democráticas en materia electoral, pero con rasgo autoritarios en las estructuras del Estado.
Afirmó que en el caso de “Nicaragua, es uno de los países, junto con Honduras donde hay regímenes híbridos que combinan prácticas autoritarias con elementos democráticos”, sin embargo el informe llama la atención sobre el hecho que en los últimos años se ha visto un retroceso en la democracia.
“Vimos en 2008 después de la elecciones municipales, denuncias de fraude y en 2009 el golpe de Estado en Honduras”, relató Mora.
FALTA DE INDEPENDENCIA
A esto sumó el estrujamiento del poder Ejecutivo hacia otros poderes del Estado en varios de los países, incluido Nicaragua, lo que significa un retroceso en la democracia.
Mora sostuvo que se ha puesto en riesgo de la independencia de poderes que son fundamentales en un sistema democrático.
“Esto viene a agudizar algunos rezagos que teníamos en materia institucional, como el hecho de que en varios países los sistemas de administración de justicia eran los ámbitos más débiles del proceso de reconstrucción democrática que se dio a través de los acuerdos de paz”, dijo Mora.
Además lamentó que en los países centroamericanos tampoco asignan mayor presupuesto a las instituciones fiscalizadoras o de control de gastos, como es el caso de las contralorías. En el caso de Nicaragua y Honduras, son los que invierten menos en estas instituciones, según el informe Estado de la región.
También son los que menos dinero invierten en los sistemas de administración de justicia, en comparación con el resto de países centroamericanos.
“Lo que invierte Nicaragua en su sistema judicial es siete veces menor de lo que invierte Costa Rica o Panamá”, señaló Mora. El informe también plantea que nuestro país invierte 50 por ciento más a las fuerzas armadas de lo que invierte en la administración de justicia.
ASIGNACIÓN POLITIZADA
El informe Estado de la región señala que en Nicaragua, la designación de los funcionarios públicos es altamente politizado y no necesariamente pesan los atestados profesionales como el conocimiento y la experiencia en la elección.
Mora dijo que lo que plantea el informe en materia democrática es que en materia de acceso al poder, en la región hubo una involución.
“Vimos denuncias de fraude electoral, junto con el debilitamiento e independencia de los tribunales electorales, que son los entes que deberían ser autónomos al poder ejecutivo y a los partidos políticos”, expresó el coordinador del Estado en la región.
También lamentó el debilitamiento de los partidos políticos que se han convertido nada más que en maquinarias electorales.
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