Humberto Galo Romero y Gisella Canales Ewest
“Hablamos de financiamiento, de temas vinculados a la asociatividad, apoyo a la diversificación de productos y adopción de nuevas tecnologías”, sostiene.
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- La ausencia actualizada de un directorio económico nacional imposibilita desarrollar un análisis profundo de las Mipymes en
- Nicaragua”.
- Alejandro Aráuz, economista.
[/doap_box][doap_box title=”Compra nacional” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
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- 38.5% de las microempresas consigue financiamiento a través de las microfinancieras, según el estudio del BCN.
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Estos son los datos que recoge la última Encuesta sobre microempresa que hizo el Banco Central de Nicaragua (BCN). Expertos dicen que este sector urge de un plan de reconversión.
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Las pequeñas y medianas empresas nicaragüenses necesitan transformarse. Tienen infinidades de deficiencias no solo de infraestructura sino también de operación y laboral. El 67 por ciento de los negocios funcionan dentro de las viviendas, los salarios promedios se encuentran lejos del ingreso medio nominal, solo el uno por ciento del sector lleva sistema contable y el diez por ciento está legalmente constituidas y pagan impuestos.
Además la gran mayoría de los trabajadores que el sector emplea no cotizan al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). Todos estos datos se desprenden de la Encuesta Microempresas 2010, difundida por el Banco Central de Nicaragua (BCN).
El estudio, que se realiza cada cinco años se aplicó en el área urbana de Nicaragua, —que es donde se ubican al menos el 70 por ciento de las pymes nicaragüenses— también revela que solo el 12.4 por ciento de los negocios obtuvo algún tipo de financiamiento en el año.
Apenas un diez por ciento de las mipymes tiene un número de Registro Único del Contribuyente (RUC), la mayoría en el sector comercio. Esto confirma que gran parte de las microempresas se encuentran en la informalidad. El presidente del Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme), Gilberto Alcócer, ratifica esa situación y dice que aunque existe un marco legal que regula el proceso de formalización del sector este sigue siendo lento.
El representante de las mipymes señala que desde que se aprobó la Ley de Promoción, Fomento y Desarrollo de la micro, pequeña y mediana empresa (Ley 645) —hace cuatro años— se han formalizado 4,500 empresas, sin embargo hace falta estructurar planes y políticas que permitan dar un mayor impulso al aporte que podrían dar las mipymes a la economía nacional.
Se estima que el sector de las micro, pequeñas y medianas empresas aporta cerca del 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) que en 2011 alcanzó los 7,297.5 millones de dólares.
POLÍTICAS MULTISECTORIALES
El economista Alejandro Aráuz apunta que “formalizar el sector no es un proceso de legalizar exclusivamente, sino más bien de establecer planes concretos multisectoriales que se inician con la educación técnica y el apoyo a través de la asistencia técnica, una política diferente en el marco fiscal y retributivo”.
Y señala que aunque solo el diez por ciento se encuentra bajo el Régimen de Cuota Fija, eso no significa que el aporte fiscal del sector solo se limite a esa contribución. Recordó que las mipymes pagan impuestos a través del consumo de bienes y servicios, lo único es que no generan rentas gravables para ser sujeto de pago del Impuesto sobre la Renta (IR).
“Sí, paga impuestos cuando consume, pero en contraposición, carece de beneficios y bienes públicos de calidad: educación, salud, financiamiento. Únicamente se ve beneficiado por algunos programas subsidiados como el transporte y el consumo menor de 150 kilowatt de energía”, sostiene.
Y afirma que si el sector logra una reconversión esto permitiría elevar su nivel de escala, generar más empleo, sus ganancias y mercados crecerían. Para esto es necesario —añade— “una política pública que lo respalde, pero esta debe contemplar una lista de factores y elementos multidimensionales para que tenga efectividad y resultados concretos”.
De hecho, el especialista dice que para diseñar esa política se necesita una verdadera radiografía del sector, porque el BCN adolece de una serie de información clave para determinar la situación real de las mipymes. “Con el estudio que ha realizado el BCN no hay posibilidad de que se pueda desarrollar una política con base a estos datos, es más bien una fotografía estática del momento que muestra una línea de comportamiento de la sociedad nicaragüense en el contexto social y económico del país”.
Y prosigue: “El documento no es muy preciso en varios temas y tampoco expone una estimación del porcentaje que ocupa este sector en toda la economía”.
SALARIOS BAJOS
La encuesta del BCN, por otra parte, escudriña sobre la calidad de los salarios que reciben los trabajadores de este sector. Las remuneraciones promedio mensuales se ubican alrededor de 2,300 córdobas en industria y comercio, y 2,900 córdobas en servicios.
Del total de personas ocupadas por los sectores investigados, el 56.1 por ciento se encuentra en el comercio, el 20.9 por ciento en industria y el 23 por ciento en servicios.
Además el estudio revela que del total de microempresas solo el 0.9 por ciento reportó que sus empleados cotizan en el INSS.
Aráuz estima, con base en información de diversos sectores, que en el país hay más de 160,000 empresas. De estas, el 93 por ciento tiene entre 1 y 5 trabajadores. Únicamente 161 empresas (0.1 por ciento del total) tienen más de 101 trabajadores.
A criterio de los especialistas la informalidad de las mipymes sin duda tienen un efecto directo sobre la calidad de los salarios y las condiciones de los trabajadores.
Este hecho también se encuentra consignado en el estudio Lo bueno, lo malo y lo feo de la economía nicaragüense 2007-2011 , elaborado por el economista Adolfo Acevedo.
Acevedo recuerda que existen tres criterios para caracterizar la informalidad laboral. El primero define al empleo informal como aquel que no está inscrito en el seguro social; segundo, al empleo generado por empresas que no llevan contabilidad; y finalmente el empleo que se genera en las microunidades económicas.
Según el estudio del BCN, el 89.9 por ciento de las microempresas no lleva ningún registro, el 9.1 por ciento tiene anotaciones básicas y uno por ciento tiene contabilidad formal. El mayor porcentaje de los que llevan algún tipo de registro se encuentra operando en el sector comercial.
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