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Síndrome de pies inquietos

El 33 por ciento de la población ha padecido insomnio en algún momento de su vida, una enfermedad que se comprende más hoy en día por la ciencia médica es el Síndrome de Piernas Inquietas (SPI)

El 33 por ciento de la población ha padecido insomnio en algún momento de su vida, una enfermedad que se comprende más hoy en día por la ciencia médica es el Síndrome de Piernas Inquietas (SPI), que es la sensación desagradable en las piernas que interfiere con el dormir.

El SPI afecta hasta al cinco por ciento de la población y en algunos pacientes es un padecimiento heredado.

Para establecer el diagnóstico nos basamos en cuatro criterios clínicos que son los siguientes:

1. Necesidad de mover las piernas porque experimenta una sensación desagradable en las mismas. El paciente cree que con estos movimientos desaparecerá la molestia.

2. La necesidad de mover las piernas o las molestias desagradables empeoran durante períodos de inactividad.

3. El movimiento mejora temporalmente los síntomas o molestias.

4. Los síntomas empeoran durante la noche.

¿Se preguntará usted a qué se debe esta extraña enfermedad ?

El SPI puede aparecer durante el embarazo, mal funcionamiento de los riñones (también conocido como uremia) y en la anemia por falta de hierro.

Es importante que usted sepa que el SPI puede empeorar sus síntomas cuando consumimos sustancias como café, tabaco y alcohol, difenhidramina y algunos tipos de antidepresivos.

Los últimos estudios sobre esta enfermedad han detectado que el neurotransmisor dopamina parece ser el factor condicionante.

Cabe destacar que el hierro tiene que ver con la síntesis de dopamina, cuando hay anemia por falta de este mineral se agravan los síntomas.

La base del tratamiento es estimular la producción de dopamina utilizando fármacos dopaminérgicos que, afortunadamente, están disponibles en nuestro país, al tiempo que hay que corregir la anemia ferropénica.

Otras medidas son los cambios en estilos de vida con el propósito de evitar factores desencadenantes. Se puede reducir o evitar por completo el consumo de ciertos productos o el cambio de hábito: dejar de fumar, no tomar licor o evitar el café.

La evaluación integral y seguimiento del médico internista contribuyen a controlar el SPI.

Recuerden que la falta de sueño acorta la vida.

Sigan escribiendo a:

[email protected] o visite el sitio web:

www.vicentemaltez.com

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