Tatyana Luna
VIDA
La lluvia no impidió que la cantante dominicana Ángela Carrasco ofreciera un hermoso concierto que robó los suspiros de sus seguidores, en un espectáculo que duró casi dos horas.
Los cimientos de la Sala Mayor del Teatro Nacional Rubén Darío vibraron con un concierto respaldado por los músicos de la Camerata Bach y la voz vibrante de Carrasco, que se vio más que bella en un elegante vestido negro.
El gran ausente de la noche fue don Carlos Mejía Godoy, quien abriría el concierto a la dominicana. La explicación de los productores del evento fue que su ausencia se debió a problemas de salud. No me puedo quejar fue su primera interpretación, y al terminar manifestó sentirse dichosa de estar de nuevo en Nicaragua, y agradeció el acompañamiento de músicos nicaragüenses.
Después continuó cantando éxitos como Quiéreme, Ahora o nunca, No lo cambio por nada , entre otras canciones que han marcado los treinta años de su carrera musical.
El concierto fue prácticamente una oda al hombre, y mientras terminaba sus interpretaciones contaba una historia que hacía reír a todos.
Carrasco finalizó su presentación cantando una estrofa de Juancito tiradora , la que interpretaría a dúo con Carlos Mejía Godoy.
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