Militza Matute Martínez, quien volvió el viernes de Miami, estuvo ayer en la Catedral de León. En aquella ciudad se ha constituido un comité de apoyo a su rehabilitación. LA PRENSA/ E. LÓPEZ
Militza aprende como una bebé
Las fisioterapias que recibió Militza Matute Martínez en Miami, Florida, adonde viajó con la solidaridad de nacionales y de dos fundaciones amigas, le permitió avances importantes.
Elízabeth Romero
Las fisioterapias que recibió Militza Matute Martínez en Miami, Florida, adonde viajó con la solidaridad de nacionales y de dos fundaciones amigas, le permitió avances importantes.
La terapia física y ocupacional le permitió empezar a aprender a sentarse, a gatear, ponerse de rodillas, a utilizar sus manos para tomar un vaso, una cuchara por ejemplo.
Allá apreció el museo que se construyó donde antes fueron las Torres Gemelas. Entrar a una tienda, por ejemplo. “Vio que hay mucho por qué vivir”, dijo la madre de Militza, Ana María Martínez, quien criticó que la enfermedad de su hija no es para estar internada en un hospital.
A través del mánager del artista nicaragüense Luis Isaac Reyes, Militza pudo conocer a Jean Carlos Canela, de quien es admiradora y quien le cantó la canción favorita de Militza Amor quédate. Recordó Martínez que anteriormente su hija no permitía que se le acercaran personas del sexo opuesto.
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“Es una bebé que está dando sus primeros pasos”, expresó la madre de la joven exbecaria de una universidad de Venezuela, donde fue violada.
Martínez señaló que también había alcanzado ciertos avances cuando estuvo en Cuba, pero debido al descuido en la atención médica había retrocedido.
Y antes de viajar, Martínez con su hija a Miami, podía caminar de forma forzada de puntillas, temblorosa y apoyándose en dos personas.
Actualmente da pasos sostenida en alguien pero sin que esa otra persona haga mayor esfuerzo. Sostenida de algún objeto baja unos 20 escalones y puede caminar sin cansarse una cuadra completa. También puede erguirse mientras está sentada.
La madre dice esperanzada que le han dicho que de seguir así, en dos años podría volver a ver a su hija caminando sola.
La madre de Militza refirió que si la niña tuviera un daño genético como muchos piensan, pudieron habérselo acelerado porque nadie se pone tan mal de la noche a la mañana.
“Independientemente de la enfermedad que tenga, a mi hija la violaron, yo tengo una nota escrita con puño y letra de ella ante una psicóloga de Granada, donde ella dice que lo malo que le pasó en Venezuela fue que fulanito de tal la violó. No me quieran tapar el delito con que lo de ella es genético”, señaló Martínez.
El diagnóstico médico que le entregaron a Martínez en Nicaragua revela que Militza padece encefalopatía epiléptica mioclónica progresiva, una rara enfermedad neurológica caracterizada por el deterioro progresivo del sistema nervioso.
El médico que atendió a Militza en Miami aún no lo descarta hasta tanto no cuente con los exámenes de rigor, que diga negativo. Sin embargo, la madre de la estudiante se mostró esperanzada en que no se trate de esa enfermedad, porque el diagnóstico de esa enfermedad indica que podría empeorar y ella, en cambio, muestra mejoría.
Martínez dijo que en un fondo óptico practicado no le encontraron nada. Igual en un electroencefalograma el médico dijo que marca dentro de los rangos normales.
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