Saúl Martínez
Tres nicaragüenses murieron de forma violenta entre el fin de semana y el lunes en El Salvador y Guatemala. Sus humildes familias no saben más detalles de los crímenes.
Mélida Toruño, junto a su hija Claudia y vecinos, espera que hoy lleguen los restos de Pedro José Rivera, de 33 años, asesinado de tres tiros en la espalda a las 9:20 p.m. del lunes pasado, en la Zona 9 de Guatemala.
Desde abril hasta septiembre de este año han conocido de la muerte de siete nicaragüenses (incluidos los tres de este fin de semana y el lunes).
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El joven había prometido salir el martes de aquel país para visitar a su progenitora en Chinandega. “Él tenía 15 años de estar allá, la noche del lunes, antes que lo mataran había salido de visitar a un compadre”, dijo doña Mélida, madre del muchacho.
Este migrante había laborado en distintos sitios y su último trabajo fue en la lavandería de un hotel.
La señora vive con su hija Claudia en una humilde casa del Reparto Carmita de Chinandega y comentó que tiene dos hijos más fuera del país: Noel Andrés Rivera Toruño, quien vive en España, y Edwin José Monjarrez Toruño, en Honduras.
La gestión de retirar el cadáver de Pedro José la hacía ayer la señora Sel Zarceño, una amiga guatemalteca que recibió 1,600 dólares enviados por Noel Andrés desde España. Zarceño le dijo a la familia que exigirá una exhaustiva investigación de los hechos.
En la oficina del Servicio Jesuita para El Migrante, en Chinandega, se han reportado las últimas tres muertes de chinandeganos: dos en El Salvador y el tercero en Guatemala.
MUERTES EN EL SALVADOR
Otros dos chinandeganos murieron el fin de semana en San Miguel, El Salvador. Sus restos fueron repatriados el pasado lunes y sepultados el martes en cementerios de El Viejo y Chinandega, de donde eran originarios.
Virginia del Socorro Moreno Castro, originaria del reparto 12 de Septiembre, declaró que su hijo Luis Orlando Cáceres, de 30 años, falleció al ser atacado por delincuentes en la ciudad de San Miguel, El Salvador. Recibió múltiples golpes en diferentes partes del cuerpo.
En El Viejo fue sepultado Harvin Martín Palma, de 28 años, un contador y abogado asesinado en circunstancias no claras también en San Miguel, El Salvador.
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