Gerald Hernández
Con un fenomenal sprint en el cierre de temporada, al estafar 25 bases en sus últimos 38 juegos, el nicaragüense Everth Cabrera ganó el liderato de robos de bases de la Liga Nacional con 44.
Lo más sorprendente del nica fue que lo hizo en un año en el cual comenzó en las Ligas Menores y tuvo un promedio de 220 turnos al bate menos que los otros destacados robadores de la liga, Michael Bourn, Shane Victorino y José Reyes. El nandaimeño fue llamado a las Mayores el 16 de mayo y alcanzó su primer robo una semana después, justo antes de caer el telón del segundo mes de la campaña.
De modo que para ganar el liderato, Cabrera tuvo que poner el pie en el acelerador y llevar su ritmo a otros niveles, como en septiembre que estafó 16 bases, siendo el primer corredor en hacerlo desde Willie Taveras en junio del 2008.
Everth es el primer nica que gana un liderato a la ofensiva y fue llamativa su relación de 44 robos en 449 apariciones legales al plato, o sea la suma de los turnos oficiales, más las bases por bolas, los golpes y los sacrificios.
Esa alucinante frecuencia de robar bases llevó al nica a unir su nombre a dos de los más grandes estafadores de todos los tiempos, Rickey Henderson y Tim Raines.
Cabrera y Raines son los únicos campeones robadores de una temporada, con menos de 500 apariciones legales. Raines lo hizo en 1981, cuando se plantó 363 veces en el plato y pudo asaltar 71 costales.
El nandaimeño creó un vínculo con Henderson porque es el primer corredor en 20 años de 40 robos y menos de 500 apariciones legales. Henderson era el último, en 1992, cuando logró 48 estafas en justamente 500 apariciones.
Cabrera bateó en la temporada para un promedio de .242 y se convierte en el campeón robador número 17 con un porcentaje de bateo inferior a .250. Scott Podsednick había sido el último con .244 y 70 estafas en el 2004 con Milwaukee.
El pinolero es además el primer campeón robador de la historia de las Grandes Ligas que no llega a las 50 carreras anotadas en la temporada. Quedó a una.