Washington / EFE
El índice de desempleo en Estados Unidos bajó al 7.8 por ciento en septiembre, tres décimas menos que en agosto, y llegó a su nivel más bajo en el mandato presidencial de Barack Obama y a menos de un mes de los comicios en los que el mandatario se juega la reelección.
Obama llegó a la Casa Blanca en enero del 2009. Ese mes el desempleo fue del 7.6 por ciento pero desde febrero del 2009, el primer mes en el que el presidente comenzó realmente a gobernar, el desempleo no había bajado del ocho por ciento.
El mercado laboral estadounidense creó en septiembre 114,000 nuevos empleos, mientras que los datos del Departamento de Trabajo publicados ayer revisaron al alza los de creación de empleo neta en agosto y julio, que fue de 142,000 y 181,000 puestos de trabajo, respectivamente.
MÁS TRABAJADORES
Las personas con trabajo aumentaron en 873,000 hasta los 142.97 millones, mientras que la fuerza laboral en su conjunto aumentó en 418,000 personas.
El número de personas desempleadas se situó en los 12.1 millones, lo que supone un retroceso de 456,000 personas.
Las cifras son mejores a lo que esperaba la mayoría de los analistas, aunque muestran un fuerte aumento (582,000 empleos) de los contratos a tiempo parcial. Entre la población latina el desempleo bajó del diez por ciento por primera vez desde enero de 2009, al situarse en el 9.9 por ciento, pese a todo, por encima de la media nacional.
La secretaria de Trabajo, Hilda Solís, dijo en una entrevista ante el canal CNBC que aún “queda más por hacer”. El número de personas que no buscan un empleo porque no consideran que el mercado laboral ofrezca oportunidades se redujo en septiembre en 235,000 personas respecto al mismo mes del año anterior y se situó en las 802,000.
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