En el último reporte de la firma encuestadora venezolana Consultores 21, que nos llegó ayer por la mañana, se hace una estimación del resultado de la elección presidencial de este domingo 7 de octubre en Venezuela, según la cual, el candidato de la oposición Henrique Capriles puede ganar con el 52 por ciento de los votos, mientras que el presidente reeleccionista Hugo Chávez quedaría con el 47.2 por ciento.
La encuesta final de Consultores 21 fue realizada entre el 27 de septiembre y el 2 de octubre corriente, con una muestra de 1,526 electores decididos a votar que fueron entrevistados cara a cara, con un índice de confianza de 95.5 por ciento y margen de error de más o menos 2.5 por ciento. Y añade la información que cada punto de diferencia equivale a entre 140 mil y 150 mil votos, de modo que Capriles podría ganar con un margen de ventaja de más o menos 700 mil sufragios.
Dos encuestadoras más han estimado el probable triunfo de la oposición, pero también hay otras firmas de prestigio que vaticinan la victoria de Hugo Chávez. Y en este sentido cabe mencionar que la misma firma de Consultores 21, advierte en su estimación final que el margen de error de sus encuestas “da un espacio teórico a un posible triunfo de Chávez”, aunque asegura enfáticamente que por la experiencia y el análisis de las demás variables “vislumbra solo dos escenarios: 1. gana Capriles con el 52 por ciento de los votos (el escenario más probable); 2. la votación a favor de la opción de Capriles pudiera llegar hasta 54 por ciento”.
Nosotros esperamos que así sea, porque el resultado de esta elección presidencial en Venezuela tendrá un gran impacto en Nicaragua. Si Hugo Chávez pierde las elecciones y el poder, Daniel Ortega dejaría de recibir el generoso financiamiento venezolano que ha sido de unos tres mil millones de dólares desde 2007; dinero que ha servido no solo para el enriquecimiento del grupo dominante, sino también para hacer un amplio clientelismo político y electoral entre la extensa población empobrecida del país.
Además, si Chávez pierde el poder la alianza estratégica Alba se pondría en jaque y cambiaría el esquema político de América Latina, pues se debilitarían y pondrían a la defensiva los demás regímenes populistas autoritarios, como el de Ortega en Nicaragua. Al mismo tiempo que se fortalecería, al menos potencialmente, la alternativa de la democracia republicana que temporalmente fue derrotada aquí en las elecciones de noviembre de 2006.
Pero incluso si Chávez ganara la elección de mañana, ya sea limpiamente o con ayuda del Consejo Nacional Electoral que podría mover las cifras en el caso de que la victoria de Capriles fuese por un margen demasiado estrecho, Venezuela ya no podría ser la misma y de todas maneras cambiaría la situación de Ortega, aunque no tan dramáticamente como si Chávez perdiera el poder.
Por eso es que la elección presidencial de mañana en Venezuela tiene tanta importancia para Nicaragua.
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