Tatyana Luna
El tiempo de las prematrículas en los colegios ya empezó y con ello los exámenes o pruebas de admisión. Para cualquier niño que es sometido a este tipo de proceso suele ser todo un dolor de cabeza.
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[/doap_box][doap_box title=”Así se sienten” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
Pero todas estas sensaciones muchas veces son transmitidas por los padres, porque sus temores contagian al pequeño y este ya siente que fracasó ante sus padres y al mismo tiempo se desilusiona de sus capacidades, lo que genera un estado de frustración, amplía la educadora infantil.
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Pero alguna vez te has preguntado ¿cómo se siente tu hijo cuando se expone a realizar este tipo de pruebas?
Talvez pensarás que es un examen rutinario y que por eso tu hijo solo demostrará lo que ha aprendido, pero cuando se trata de niños menores de 6 años el asunto es más delicado.
A simple vista pensamos que no se estresan pero en realidad en su cabecita pasan miles de ideas y una de ellas es el temor a fracasar y a no estudiar en ese lindo colegio que tanto desearon.
Gloria Castellón, psicóloga infantil, manifiesta que el hecho de someter a los niños a este tipo de exámenes a tan corta edad son un factor que les marca la vida, porque se le ha dado el poder de determinar el destino del pequeño.
Es por eso que la especialista reconoce que en “los niños menores de 6 años es una edad demasiada temprana para llegar a una conclusión acerca de las perspectivas de la mente de ellos”.
Pero, a pesar de que no mide el coeficiente intelectual de los pequeños los colegios insisten en realizarlo como un método de conocer si el niño o la niña está capacitado para entrar al centro educativo y en el caso que no lo esté se supone que la prueba de admisión refleja los vacíos educativos que tiene, reconoce Lylliam Meza Ruiz de Rocha, educadora infantil.
Sin embargo, Castellón expresa que aunque el niño salga bien en la prueba de admisión no significa que son buenos estudiantes, tal como “los primeros que aprenden a caminar son los mejores corredores”, así que mejor no te confíes y sigue ayudándole a desarrollar sus habilidades escolares.
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