Un año después de la muerte del dictador Muamar el Gadafi (20 de octubre 2011) y el anuncio de la liberación de Libia, el país todavía está en el punto muerto político, económico y de seguridad y la transición está casi bloqueada.
La constatación la ha hecho sin la menor complacencia y en los términos más amargos el personaje principal de esta transición, el presidente del parlamento libio, Mohamed al Magrif.
Su viuda Safiya Farkas, la madre de siete de los ocho hijos biológicos de Gadafi, pasó el último año en Argelia luego de que se le otorgara el refugio bajo “condiciones humanitarias”.
Su hijo y heredero, Saif al Islam, espera por un juicio en una cárcel de Libia.
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En una intervención en la televisión local, el presidente de la Asamblea Nacional del Congreso (CGN, el parlamento elegido en julio pasado) empleó las palabras negligencia, retraso, descontento, caos, desorden o incluso corrupción para describir la situación que vive su país.
Al Magrif apuntaba como el gran desafío sobre todo de la seguridad del país, diciendo que la ausencia de un ejército y de la policía y la falta de control de armas es una “negligencia”.
BASTIONES GADAFISTAS
En el país hay todavía milicias fuertemente armadas que, aunque las autoridades dicen que están afiliadas a las fuerzas regulares, continúan imponiendo su ley en muchos lugares.
La inseguridad reina en varias ciudades y los asesinatos son frecuentes especialmente en Bengasi, bastión de la rebelión.
Uno de los peores episodios fue el atentado del pasado 11 de septiembre contra la Embajada de EE. UU. en Bengasi, en el que murió el embajador, Christopher Steven y otros tres funcionarios estadounidenses.
Otro palo en la rueda de la estabilidad y la preservación de la seguridad de Libia es la ciudad de Bani Walid, último bastión del antiguo régimen, todavía refugio de cientos de partidarios de Gadafi.
Esta ciudad, situada al sureste de la capital, se escapa del control de las autoridades .
Violentos enfrentamientos han tenido lugar en los últimos días, con el saldo de al menos nueve muertos y 120 han resultado heridas.
En el plano político, las dificultades son mayores, y la parálisis de la administración pública tiene un impacto negativo en la vida cotidiana de la población.
CAPTURAN A EXVOCERO
El gobierno de Libia anunció la captura del ex-vocero del Gadafi, Moussa Ibrahim, la cara internacional en los últimos meses del régimen.
En tanto en el Facebook de Moussa Ibrahim se ha colgado un vídeo donde desmiente las aseveraciones del gobierno libio.
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