El primer ministro libanés, Najib Mikati, anunció que continuará al frente del Gobierno a petición del presidente, tras la muerte el viernes, en un atentado en Beirut, del jefe de inteligencia de la Policía.
Este sábado hubo protestas en varios puntos del país donde murió un jeque y varios hombres bloquearon carreteras, indicaron fuentes de seguridad.
El ataque con coche bomba, que reaviva el recuerdo de los atentados que ensangrentaron hasta no hace mucho la capital, mató al general sunita Wisam al Hassan, calificado el sábado por la prensa de “punta de lanza contra el régimen sirio”.
El atentado dejó ocho muertos y 86 heridos según una fuente gubernamental, pero este sábado la Cruz Roja indicó que el balance podría ser revisado.
“Le aseguré al presidente de la República que no estaba atado al puesto de jefe de gobierno. Me pidió que me quedara porque no se trata de un asunto personal sino del interés nacional”, dijo Mikati tras una reunión extraordinaria del Gobierno.
El viernes, después del atentado, la oposición libanesa hostil al régimen de Siria había pedido la renuncia del primer ministro.
El presidente Michel Suleiman le pidió que se mantuviera en su cargo para evitar un “vacío político”, explicó Mikati.
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