Martha Vásquez
“La casa se está cayendo y no puedo invertir plata porque todavía no es mía ni de ella, mientras no termine ese juicio”, dijo Amador.
Respecto a la forma en cómo entró en posesión de la vivienda asignada a Medina, este reconoció que fue en la madrugada, cuando la inquilina dejaba la vivienda. “Sí, fue a hurtadillas, porque era la única forma de recuperar la vivienda de mi mamá, de otra forma no me hubieran dejado entrar. Sí me han mandado la Policía muchas veces”, dijo el denunciado.
Amador también reconoció que ambas familias tienen derecho, “una con indemnización y otra con la casa”. La Procuraduría General de la República, representante del Estado, ya se personó en el caso y está promoviendo la mediación entre las partes, la cuestión es quién se queda con la propiedad y quién recibirá los bonos de indemnización de parte del Estado.
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Después de 19 años de lucha legal y desgaste económico por recuperar la casa donde vio crecer a sus nueve hijos e hijas, Nora Medina está en un nuevo intento de mediación con Cairo Amador Arrieta, su contraparte en este largo proceso, que la ha obligado a andar posando en casa de familiares junto con su hija María Manuela Navarrete, que tiene sindrome de Down.
La propiedad en disputa está ubicada en Las Colinas, calle Las Flores, número 129. Esta casa fue entregada a Medina, en 1979, después del triunfo de la Revolución Sandinista, a cambio de su casa ubicada en el residencial Planetarium, misma que utilizaron las autoridades de ese momento para protocolo del entonces Ministerio del Interior.
“A mí me ofrecieron una permuta, pero los papeles no se firmaron por las mismas circunstancias de la revolución. En 1990 me acogí a la Ley 85, que garantiza el derecho de propiedad e inscribí la casa ante el Registro Público de la Propiedad. Todo está en regla”, dijo la afectada.
Todo estaba bien con la vivienda, hasta que en 1991 decidió alquilarla para poder ayudarse a pagar los estudios universitarios de sus hijos e hijas. Medina es viuda y tenía que hacerle frente sola a sus necesidades.
“Firmé un contrato de arriendo con una señora y dos años después esta se confabuló con Cairo Amador, hijo de la señora Dolores Arrieta de Amador, a quien le habían confiscado esta vivienda que me entregaron a mí a cambio de la que tenía en Planetarium y se metió a la casa y desde entonces perdí la posesión de la misma”, relató Medina.
La batalla legal se ha visto ensombrecida por múltiples “anormalidades”, según la denunciante, como pérdida de documentos, recursos por nulidades y un juicio a espalda de la afectada, en el Juzgado Noveno Distrito Civil de Managua, donde finalmente la despojarían de su casa.
“A tiempo logré detener esa acción con ayuda de mi hija, porque hasta ya me habían nombrado un guardador. Ahora que ya me presenté al juicio vamos a un trámite de mediación”, explicó Medina.
La afectada aclara que “nunca fue confiscada por el gobierno sandinista” porque es madre de Alfonso Monterrey Medina, un mártir de la revolución y por eso “la trataron con consideración” y le ofrecieron el cambio de vivienda. Ahora hay dos juicios abiertos por la propiedad, ya que Medina también introdujo una demanda para expulsar a Cairo Amador de su vivienda. Mientras el caso no se resuelve, Nora Medina sigue posando en casa de sus familiares junto con su hija que necesita de cuidos especiales.
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