Elizabeth Romero
La exposición de fotografías en las plazas públicas, casas de albergue, o centros religiosos ha servido para que más de una madre de la caravana centroamericana de búsqueda de migrantes desaparecidos encuentre más de una pista de sus parientes.
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El último caso fue sobre un hondureño cuya fotografía fue incluida entre otras, traídas por las madres de ese país, como parte de un banco de datos que tiene ese país sobre desaparecidos.
“Hace quince días pedía ayuda en la colonia Herradura porque tenía a un niño internado”, comentó Isabel Reyes Torres, mientras apuntaba con el dedo índice la fotografía colgada como parte de una exposición en la Plaza de las Armas, en Saltillo Coahuila.
Se trata de Nelson Adalid Guerrero Olivas, sobre quien los representantes de la delegación hondureña no ofrecieron mayores datos sobre su desaparición. Reyes aseguró que por su acento supuso que la persona que se les acercó pidiendo ayuda “no era de aquí”.
La hondureña Dorca Espinoza, quien partió de Saltillo con nuevas esperanzas, dijo que en las exposiciones fotográficas ha recibido algún tipo de información que la hace pensar que su hijo está vivo.
El testimonio de Espinoza fue efectuado ante un grupo de feligreses de la parroquia Nuestra Señora Schoenstatt, de la Diócesis de Saltillo, Coahuila, quien despidió a la caravana de madres centroamericanas con un oficio religioso presidido por el obispo emérito Francisco Villalobos.
La caravana partió ayer rumbo a San Luis Potosí. En el trayecto a la plaza pública las madres recorrieron varias cuadras en las calles de Saltillo, donde reclamaban: “¡Vivos llegaron, vivos los queremos!”.
Tras once días en México la caravana Liberando la Esperanza ha recorrido cinco Estados mexicanos; la caravana tiene como anfitriones al Movimiento Migrante Centroamericano, pero la delegación de Nicaragua contó con el respaldo del Servicio Jesuita para Migrantes y MS-ActionAid Dinanarca; han encontrado a su paso la solidaridad de diferentes grupos y organizaciones mexicanas, sobre todo de grupos católicos que defienden el derecho de los migrantes, quienes a su paso les han proveído de alojamiento y comida.
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