Vladimir Vásquez
Las negociaciones entre la distribuidora de energía Gas Natural y el Gobierno sobre las pérdidas en el sistema de distribución eléctrica nacional todavía no llegan a ningún entendimiento.
El ministro de Energía, Emilio Rappaccioli, asegura que mantienen todas las posibilidades abiertas en la discusión con Gas Natural y no descartan incluso la venta de la empresa a otro inversionista.
Gas Natural y el Gobierno mantienen desde julio pasado una tercia, porque la compañía le demanda reconocer mayores pérdidas técnicas por fraude y falta de pago de los usuarios, al representarles 80 millones de dólares de déficit anual. Pero el Gobierno no lo acepta y a través del ministro de Energía presiona porque la distribuidora sea más eficiente.
“Lo que queremos es que se pongan las pilas y que operen la distribución de manera apropiada para la distribución en nuestro país, asumiendo costos, asumiendo inversiones, asumiendo buena atención a los clientes y que nosotros por nuestra parte podamos seguir apoyando”, expresó Rappaccioli a LA PRENSA.
Las negociaciones para que se eleve la partida millonaria es desde hace año y medio, sin lograr consenso, pero en los últimos cuatro meses la discusión se ha tensionado.
En mayo del 2008 el Gobierno de Nicaragua terminó una larga negociación con la empresa y adquirió el 16 por ciento de las acciones, que equivale a 11.5 millones de dólares.
La empresa distribuidora fue comprada inicialmente por unos 200 millones de dólares y su costo podría haber disminuido con las pérdidas que se generaron.
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Este Diario intentó conocer la versión de Gas Natural, pero el gerente de comunicación, Jorge Katín, no respondió las llamadas a su teléfono celular. Mientras el vicepresidente de esa empresa, Carlos Hernández, se negó a brindar declaraciones en la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), donde estuvo reunido ayer.
Rappaccioli dice que el apoyo que ofrecen a Gas Natural consiste en “mantener las condiciones actuales”, es decir seguirle reconociendo económicamente parte de un porcentaje de las pérdidas por distribución.
“Acabar con los racionamientos, hay pérdidas reconocidas que se incluyen en las tarifas y eso es un apoyo, hay subsidio en los asentamientos”, recordó Rappaccioli.
El ministro defiende que la postura del Gobierno “es correcta”, porque apunta a lograr una adecuada distribución de la energía eléctrica en el país.
“Ellos (Gas Natural) nos han presentado diferentes alternativas pero siempre encuadrándose en elementos fundamentales, pero no estamos de acuerdo como Gobierno”, aseguró Rappaccioli sin dar mayores detalles sobre estas propuestas.
El funcionario dejó entrever que toca a Gas Natural ceder en su postura. “Ellos deberían aceptarla (la propuesta del Gobierno), sería la misma propuesta que le haríamos para que se interesara cualquier empresa en la distribución eléctrica en Nicaragua”, dijo.
EMPRESARIOS TEMEN QUE PASE A MANOS DEL ESTADO
El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, dijo que no sería conveniente que el Gobierno adquiera la mayoría accionaria en la empresa de distribución de energía por los efectos negativos futuros que podría provocar.
“Lo que sí al sector privado le incomodaría es que se volviera el Estado mayoritario como lo hemos manifestado, o que en todo caso se albanizara la empresa, que pasaran a ser los dueños de la empresa, las empresas del Alba”, expresó Aguerri.
Ve posible que de incrementar el Gobierno orteguista sus acciones que actualmente son del 16 por ciento, podría aumentar la cantidad de morosos que tiene la empresa.
Otra de las posibilidades que se ha manejado extraoficialmente es que vengan nuevas empresas a invertir en la distribución eléctrica. Uno de los nombres que se menciona es el de la firma ACTIS, que recientemente adquirió la empresa Eolo en Nicaragua y que tiene capital en Guatemala, El Salvador, Honduras, Panamá, Bolivia y Perú.
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