Martha Vásquez
Después de dos años de aguantar lluvia, sol, hambre y enfermedades, en la champa ubicada frente al edificio judicial, Evert Martínez recibió con júbilo la noticia: los magistrados de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia le devolverán sus tierras.
Ayer la noticia corrió como pólvora en los pasillos judiciales, ya que por fin la Sala Penal había firmado la sentencia donde le “levantaba el castigo, la penitencia a los pobres champistas de afuera”, a como los llamaban en los corrillos. En la sentencia le confirman la condena a Frank Oviedo Fuentes, condenado a 30 años de cárcel por crimen organizado y narcotráfico, pero también resuelven revocar el decomiso de las fincas que ocuparon a sus familiares, entre ellos a Martínez.
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Además ordena la restitución material de bienes inmuebles y ganado aunque, según Martínez, ya no queda casi nada.
“Mientras nosotros andamos posando con nuestros hijos, nuestras casas sirven de bodega a la Alcaldía de Juigalpa y a la Universidad Agraria. Las autoridades de la UNI ya han vendido casi todo el ganado, en esta semana vendieron un lote como de 50 animales”, dijo preocupado el perjudicado con la injusta medida judicial.
Entre las fincas a regresar están Los Bonetes, ubicada en Muy Muy, Matagalpa; otra finca ubicada en Matiguas; finca El Diamante ubicada en El Apantillo, un inmueble ubicado en Chontales a nombre de Evert Martínez; una vivienda ubicada en Juigalpa, propiedad de Pedro Martínez, más otros inmuebles ubicados en Managua y Rivas.
También regresan finca a Yamileth Oviedo, Blanca Díaz y Eddy Espinoza.
“Siendo que se encuentran en depósito y uso de entidades públicas, extiéndase certificación para que se presenten ante el procurador general de la República”, reza la sentencia.
Martínez no sabe si las circunstancias electorales ayudaron a que la proyectista de la sentencia, magistrada de facto Juana Méndez, sacara la sentencia, pero queda claro que las tierras les pertenecían a ellos mucho antes de lo sucedido con Frank Oviedo. Este año, sus hijos por fin pasarán una Navidad dentro de su casa y no en la calle o casa ajena.
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