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VIDA
Desde su primera aparición en cine, Susan Abigail Tomalin (Nueva York, 1946) ha demostrado una sustancia y versatilidad poco comunes: lo mismo ha destacado como seductora o comediante que como actriz dramática o de carácter, y es capaz de inspirar los mismos deseos que carcajadas o llanto. En la vida real no es muy distinta: activista, directa, madre de tres hijos adultos y liberal en sus tendencias políticas, mantiene el ímpetu de su juventud.
“Yo soy una persona muy política. A veces creo que la gente no trabaja conmigo porque piensa que no tengo sentido del humor (sonríe), pero eso no es cierto. Si hay algo que me parezca objetable en el Gobierno, no me callo. Y eso tiene un precio. He recibido amenazas de muerte… Pero no voy a renunciar a mis convicciones. Yo soy así”, comenta la actriz.
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