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En jugo sabe mejor… Es una bebida fresca y saludable preparada con jugos naturales, ya sean de una misma fruta o combinación de varias frutas. Hablamos del juego de zanahoria. Lo primero es cortarla en trozos, se licua con un poco de agua, luego se cuela y se le agrega azúcar al gusto. La zanahoria se puede combinar con apio, remolacha, naranja, pepino, entre otros.

¡La “A” del sabor!

Seguro que son muchas las personas, de varias generaciones, a las que cuando se habla de zanahorias les viene a la mente la imagen de Bugs Bunny mordisqueando una, mientras contempla a su siempre frustrado cazador Elmer antes de espetarle su clásico “¿Qué hay de nuevo, viejo?”.

Madrid EFE

[doap_box title=”Un tarta para compartir” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Limpien 1 1/2 libras de zanahorias y cuézanlas en agua —sin sal, claro— durante 20 minutos. Escúrranlas y tritúrenlas bien; incorporen 200 gramos de azúcar y 100 gramos de coco rallado, mezclando lo mejor posible.

Pongan en un bol un vaso de leche y una copita de ron, combinación con la que se bañan 300 gramos de galletas cuadradas. Se coloca una capa de galletas, bien juntitas, y sobre ellas una capa de crema de zanahoria; otra capa de galletas, otra de zanahoria, y así hasta terminar con una de galletas.

Fundan 100 gramos de chocolate de cobertura, al baño maría, con un par de cucharadas de agua o leche; líguenlo bien con 50 gramos de mantequilla y bañen la tarta con esta mezcla. Queda estupenda, y es toda una sorpresa para quienes no dan valor a las zanahorias.

[/doap_box][doap_box title=”Mmm… ¡Vichy! ” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

La zanahoria se puede preparar de diversas maneras, pero hay una receta famosa, las zanahorias Vichy. Más o menos, esto: peladas y cortadas en rodajas finas las zanahorias se ponen en una cacerola adecuada y se cubren con agua. Añadimos sal y una pizca de azúcar y cocemos a fuego lento hasta que las zanahorias absorban todo el líquido. Para servir las zanahorias, ponemos sobre ellas mantequilla lavada y espolvoreamos con perejil

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Seguro que son muchas las personas, de varias generaciones, a las que cuando se habla de zanahorias les viene a la mente la imagen de Bugs Bunny mordisqueando una, mientras contempla a su siempre frustrado cazador Elmer antes de espetarle su clásico “¿Qué hay de nuevo, viejo?”.

Una verdura, nos dicen, y la verdad es que, de pequeños, no entendemos muy bien cómo se puede llamar verdura a una cosa de un color tan rabiosamente anaranjado. Un color bonito, desde luego, y además indicio de salud, ya que se debe al alto contenido en caroteno, sustancia que contribuye a la formación de vitamina A, imprescindible para el sentido de la vista.

Eso, que las zanahorias son muy buenas para la vista, es el argumento que, desde siempre, han usado los adultos para convencer a los niños de que hay que comer zanahorias: “Tú has visto alguna vez a un conejo con gafas?”, preguntan. Y, claro, el niño piensa y, así de pronto, dice que no, salvo los niños de otra generación, que decíamos que sí, porque el conejo blanco de “Alicia en el País de las Maravillas” llevaba no solo gafas, sino reloj, al menos en la versión Disney.

Así que, hablando de zanahorias, o acenorias, o carotas, o como quiera que les llamen en diversas partes del mundo, han salido los grandes de toda la vida (de toda la vida de antes de Pixar) del cine de animación: Disney y la Warner. Ciertamente, sus directivos deben de haber comido un montón de zanahorias, porque vista, al menos comercial, siempre la han tenido de águila.

EL USO

Bueno, ¿y qué podemos hacer con las zanahorias? Muchas cosas; pero lo primero es ponerlas a disposición para ser utilizadas.

Hay que eliminar los extremos (salvo que se trate de ejemplares chiquitos, enanos, que quedan muy lindos como decoración con su penacho de hojitas emperejiladas) y lo de fuera. Si las han cultivado ustedes en su huerto y están seguros de no haber usado sustancias potencialmente dañinas, bastará con lavarlas.

Si no, que será lo más común, dos opciones: blanquearlas dos o tres minutos en agua hirviendo y frotarlas después con un paño, o la más frecuente y expeditiva de raspar su superficie.

A partir de ahí, lo que quieran. Crudas, si son tiernas, están muy buenas: Bugs Bunny tiene buen gusto. Más normal es presentarlas ralladas, a modo de aperitivo o en estas ricas dos recetas.

Espectáculo comidas recetas salud Zanahoria archivo

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