Carla Torres Solórzano
En el 2015 finaliza el programa que ejecuta el Fondo Mundial en Nicaragua, el cual garantiza la entrega de antirretrovirales a 1,873 pacientes con VIH y sida.
Arely Cano, presidente de la Asociación de Personas que Conviven con el VIH Sida (Asonvihsida), espera que el programa se extienda. Sin embargo considera que el Gobierno debe ir creando las condiciones para el momento en que se vayan las donaciones.
“El Fondo Mundial asume el noventa por ciento de la compra de los medicamentos, reactivos para las pruebas de carga viral, pruebas de VIH y la compra de condones. También financian los equipos para la promoción del condón en las organizaciones y el Estado”, dijo Cano.
En el 2008 Nicaragua presentó al Fondo Mundial una propuesta de 62 millones de dólares y fue aprobada, y en 2010 se recibió un primer desembolso de 23 millones de dólares.
En 2011, como requisito por parte del cooperante, Nicaragua presentó una nueva propuesta basada en los resultados y alcances en la primera etapa; para lograr un monto superior a los 30 millones de dólares por un período de tres años, a partir de 2012
No obstante a inicios de este año el Fondo Mundial recomendó revisar las actividades de prevención para asegurar que se llegara a poblaciones claves y recortó 10 millones de dólares.
PRESUPUESTO
Ante la nueva Ley de Promoción, Prevención, Atención, Protección y Defensa de los Derechos Humanos ante el VIH y sida, las organizaciones que trabajan a favor de las personas con VIH están dando los pasos para hacer la abogacía e incidencia y desde la Asamblea Nacional se destine una partida arancelaria para el tema del VIH y se trabaje en educación, prevención y atención.
De igual forma el jurista Ramón Rodríguez, especialista en derechos humanos, explicó que en Nicaragua es necesario el financiamiento del acceso universal a la epidemia del VIH que incluye la prevención, tratamiento y apoyo para atender y dar respuesta a la epidemia.
Además considera que hay que otorgar asignaciones presupuestarias claras para la epidemia y la instancia rectora multisectorial que es la Comisión Nicaragüense de Sida (Conisida).
“Tenés una respuesta efectiva a la epidemia en el país, contando con una Conisida independiente, beligerante y autónoma en temas presupuestarios y administrativos”, dijo Rodríguez.
Para el especialista es necesario que quede en la nueva Ley lo que del Presupuesto General de la República se va a asignar a Conisida y como respuesta a la epidemia.
“Que no dependa del Ministerio de Salud, que se le dé rostro propio a la epidemia y a la autoridad nacional”, recomendó.
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