Jeniffer Castillo Bermúdez
La bicicleta está parqueada al otro lado del aula de clases donde Martha Elena Santana enseña a 33 alumnos de segundo y tercer grado de primaria. En una hora la abordará con destino a su casa, situada a siete kilómetros del colegio Chagüe II, donde ella labora.
Mientras una de sus estudiantes lee un cuento del libro viejo de español que usan unos seis alumnos en ese multigrado, ubicado en León; Santana recuerda que el menor de sus hijos debe salir rumbo a la escuela. Ya casi son las 11:20 a.m.
Ella no está segura si su muchacho lleva todos los útiles escolares que necesita para aprender. Por lo menos “llevará lo básico”, dice Santana, quien devenga un salario mensual de 3,200 córdobas como docente del multigrado Chagüe II.
Esa cantidad “apenas alcanza para comer y como no tenemos todos los recursos (educativos en la escuela) se tiene que dejar para el ciber”.
En Nicaragua hay 9,908 docentes que dan clases en las zonas rurales del país. Para ellos no hay libros, no hay buses porque el dinero no alcanza, no siempre hay condiciones y lo que más lamentan, según Santana, es que tienen que “buscar cómo hacer” para que sus hijos no se queden sin educación.
Todos los días ella recorre 14 kilómetros en bicicleta para ir a la escuela y regresar a su casa, tiene 51 años y es madre de seis hijos, tres de ellos aún están a su cargo.
Este año el Ministerio de Educación destinó 70 millones de córdobas, 150 millones menos a los destinados hace dos años para capacitar a los 46 mil docentes que integran el magisterio nacional.
En Nicaragua hay 6,534 escuelas multigrado, según el Ministerio de Educación. En total hay más de diez mil escuelas en todo el país.
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