Ramón H. Potosme
La Asamblea Nacional aprobó ayer la Ley de Excombatientes por la Paz con el rechazo de la Bancada Democrática Nicaragüense (BDN) quien señala que hubo un proceso anómalo en la formación de la Ley porque previo a su dictamen no fue discutida por el pleno de la comisión de Gobernación.
Por otro lado, el plenario envió a la Comisión de Infraestructura las reformas a la Ley de Vivienda Social para que quienes no tengan la prima de su vivienda puedan alquilar con opción a compra.
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La bancada del FSLN planteó que los diputados de la BDN trabajan a medias o no trabajan y que tuvieron suficiente tiempo para estudiar el dictamen. Por esa razón se negaron a detener la discusión y aprobación de la Ley que contó con 61 votos a favor, siete en contra y diez presentes.
La vicepresidente de la comisión de Gobernación, la opositora Licet Montenegro, denunció que de forma anómala elaboraron el dictamen pidiendo a los diputados que lo firmaran sin una discusión previa, por lo que solicitó que dicho dictamen se estudiara por el pleno de la comisión. Ella resaltó que no se oponen al contenido de la Ley sino en algunos puntos en los que discriminan a los combatientes de la Resistencia Nicaragüense.
“Nos sentimos excluidos porque es nuestro deber y nuestro derecho hacer nuestros aportes. No se nos permitió, quisimos hacer un voto razonado, pero nos dimos cuenta que ya estaba en secretaría de mala fe, de una manera sucia”, dijo Montenegro.
Mientras el vicejefe de bancada sandinista José Figueroa lamentó el rechazo de la BDN porque consideró que el fondo de la Ley busca resolver los problemas de educación, salud, cooperación técnica, programas agropecuarios y organización de cooperativas.
“Esta ha sido una de las leyes más consultadas, 32 organizaciones y 15 instituciones. Había diputados de la subcomisión como de la comisión que trabajaban a medias o no hacían su trabajo”, dijo Figueroa.
Pero Montenegro negó la aseveración de Figueroa y aseguró que estuvieron al tanto de todo el proceso de consulta en el cual están en total acuerdo, pero que no podían permitir que se les impusiera un dictamen.
“Trabajamos arduamente días de plenario y semanas de comisiones. Sí, trabajamos y pensamos que hicimos un esfuerzo por una buena Ley. Hasta la consulta estábamos bien, pero se nos impuso un dictamen, firmás o firmás”, lamentó Montenegro.
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