Dispuesto a recuperar el terreno perdido en el negocio de la telefonía inteligente, Microsoft presentó Windows Phone 8, su alternativa a la tecnología dominante de Apple y Google, de la que busca distinguirse dejando que el usuario personalice a su gusto su dispositivo.
Windows Phone 8 permite elegir qué contenidos se muestran en la pantalla bloqueada del teléfono, así como el tamaño y la posición de sus aplicaciones e incorpora Skype en su estructura, también un acceso para niños y la posibilidad de crear iconos con grupos de contactos.
Microsoft aportó en su evento en San Francisco, en el que tuvo a la actriz latina Jessica Alba como invitada especial, un soplo de aire fresco al mercado de los “smartphones” y mostró sus credenciales para consolidarse como la otra opción en una pugna que hasta ahora es cosa de dos, el iPhone contra todos los Android.
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