Lucía Navas
“Navidad, Navidad, hoy es Navidad”, dice uno de los villancicos más conocidos que ya suenan en los centros de compras del país. La publicidad en la televisión, medios impresos y radiales de las casas comerciales anunciando promociones navideñas y de Fin de Año están presentes desde finales de octubre adelantándose casi mes y medio.
Y el hecho que en las rotondas de Managua ya se ofertan las imágenes de la Inmaculada Concepción de María anuncia que está próxima la tradicional Gritería, la más grande tradición religiosa celebrada por los nicaragüenses.
Todos los preparativos para estas celebraciones están “atizando” el comercio en el país. Las expectativas de la Cámara de Comercio de Nicaragua (Caconic) y del Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme), son que en diciembre las ventas aumenten entre 20 y 30 por ciento con relación al año pasado. Solo Conimipyme espera una inyección de 50 millones de dólares en ventas, superiores a los 35 millones de dólares obtenidos en las temporada de fin de año en 2011.
Todo el dinamismo del comercio beneficia al crecimiento económico del país, aunque tiene una repercusión y es que eleva la tasa de inflación, es decir el alza de los precios de los productos y servicios.
Pese al dinamismo que espera el comercio —que generalmente incide en el precio de los productos— el Banco Central de Nicaragua (BCN) en sus previsiones de inflación para 2012 redujo ayer a entre 5.5 y 6.5 por ciento para 2012. La anterior proyección era entre 7 y 8 por ciento, conforme la actualización de las Cuentas Nacionales.
El presidente del BCN, Alberto Guevara, explicó que en el inicio de las conversaciones ayer con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de cara al nuevo programa macroeconómico, “les hemos planteado que sería importante seguir disminuyendo la expectativa de inflación hacia 5.5 y 6.5 por ciento”.
[/doap_box][doap_box title=”Al salario no le va bien” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
La canasta básica compuesta por 53 productos se encareció 619.1 córdobas entre octubre pasado y el mismo mes de 2011.
El valor de la cesta básica a octubre de 2012 es de 10,471 córdobas, mientras que en octubre del 2011 valía 9,851.9 córdobas, según datos oficiales.
En tanto, el salario nominal promedio era de 7,037.0 córdobas a julio, el último mes reportado por el Banco Central. Significa que el salario promedio solo cubre el 67.2 por ciento de la canasta básica.
[/doap_box]
Dijo que beneficia la estabilidad de los precios y el hecho que los productos agropecuarios no han sido afectados por el clima. Se espera que en noviembre la inflación llegue al cinco por ciento y como “el promedio de los meses de noviembre y diciembre de los últimos diez años nunca ha superado el 1.1 por ciento” la nueva meta se sustenta.
Con la revisión a los indicadores incluye el crecimiento económico del país que se mueve del cuatro por ciento a entre 4 y 4.2 por ciento. Guevara apuntó que como el Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) a octubre “tiene un comportamiento cercano al 5.2 por ciento”, hace posible un mejor crecimiento aunque siempre “conservador” del Producto Interno Bruto (PIB) hasta el 4.2 por ciento.
LOS FACTORES A FAVOR
Los economistas Sergio Santamaría y Alejandro Aráuz coinciden en que la inflación en 2012 en general ha sido estable, y prevén que el aumento del comercio y de la masa monetaria de la temporada no dañarían las metas oficiales.
Santamaría considera que si la inflación no sobrepasa el siete por ciento anual por primera vez en los últimos siete años —con excepción de 2009, que fue un año atípico por la crisis mundial— “sería un gran logro”. Explica que “lo ideal” para toda economía es que dicha tasa sea igual que la devaluación de la moneda, porque “hay un equilibrio macroeconómico y tus productos son más competitivos en el exterior”.
Dice este experto que si hasta octubre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó un acumulado del 3.9 por ciento, y a menos que entre noviembre y diciembre ocurra algún fenómeno inusual con el clima, que afecte los productos agropecuarios cuyas cosechas están saliendo, se avizora estabilidad.
Santamaría encuentra factores externos que favorecen el control inflacionario en Nicaragua, entre los cuales resalta que el precio internacional del barril del crudo quede en menos de 90 dólares, debido a la desaceleración de la economía de China, Alemania y otros países europeos.
“Si logramos bajar a cinco por ciento la inflación anual, sería un incentivo al comercio interno porque la gente con dólares se vería más atraída a comprar bienes nacionales porque serían más baratos y los exportadores se beneficiarían porque aumentaría los precios de sus productos”, explica Santamaría.
Dice que por eso el FMI mantiene presión para que los países como Nicaragua garanticen el control de inflación y de la base monetaria y sean más competitivos para que sus estructuras de costos sean atractivas.
Considera que hay una combinación de elementos macroeconómicos a favor de Nicaragua. “Te da confianza a los inversionistas porque lo ven como un país con estabilidad, porque su déficit fiscal no es alto, hay estabilidad de precios, la inflación es cercana a la devaluación del país y hay libre convertibilidad”, menciona.
INFLACIÓN REPRIMIDA
Alejandro Aráuz no es tan optimista, ya que pronostica que la inflación cierre en 7.8 por ciento. “Recuérdese que esto se mueve por la canasta básica y la mayoría de los productos son agropecuarios y
la estacionalidad de los precios de estos son determinantes en la inflación”, refiere.
Al haber mayor demanda de alimentos por las festividades de diciembre, estos suelen incrementar de precios; tal es el caso de las carnes y verduras por usarse en la tradicional cena navideña.
Pero Aráuz comparte elementos a favor del control inflacionario como son: un gasto público sin expansión, los salarios nominales sin crecer demasiado y el manejo de cambio monetario que hace el BCN.
Sin embargo califica como “inflación reprimida” que el indicador esté bajo porque no refleja su verdadera tendencia, debido a los subsidios que mantiene el Gobierno al pasaje de transporte público en Managua y al subsidio en la tarifa de energía eléctrica.
Aráuz refiere que una vez suspendidos esos subsidios, el valor real de los servicios se vería y entonces el BCN tendría que aplicar medidas antinflacionarias.
COSAS POR RESOLVER
Santamaría y Aráuz ven posible que se logre un crecimiento económico del cuatro por ciento previsto por el BCN. “Es un escenario muy positivo, pero no es para hacer borrachera. Aún hay mucha pobreza, carencia de servicios, problemas de altos costos de producción en el país, el déficit educativo y una mayor oferta de empleos formales”, señala Santamaría. En tanto Aráuz menciona que se requieren acciones para mejorar la productividad y ordenar los mercados.
Pero Nicaragua se mantendría con una inflación alta en la región (ver infografía). Aráuz y Santamaría coinciden en señalar que para lograr una corrección adecuada de la macroeconomía la tasa debería ser entre 3 y 5 por ciento.
Ver en la versión impresa las páginas: 1 C ,3 C