César Ubeda Bravo
Con las cuestionadas elecciones municipales del 4 de noviembre del año en curso el sistema electoral colapsó, por lo que es imperativo restaurar la institucionalidad, confianza y credibilidad del poder electoral, expresaron destacados constitucionalistas consultados por LA PRENSA.
“Efectivamente que sí (colapsó). La falta de institucionalidad y la abierta ilegalidad con que funciona el órgano electoral desde la máxima estructura pasando por las que son de orden intermedio”, consideró el doctor Oscar Castillo.
Entre las principales causales del porqué colapsó el sistema electoral, Castillo destacó la partidarización de las Juntas Receptoras de Votos; la obsolencia, atrasada y partidarizada de la Ley Electoral; el doble padrón y su falta de modernización; la partidarización de la entrega de cédulas y la carencia de un organismo transparente e imparcial que las otorgue; así como los fraudes reiterados (en los tres procesos electorales últimos) en los escrutinios de votos.
“Con todos estos y más elementos cuestionables, visibles y comprobados es que se va perdiendo la confianza en el sistema y hace que los actores más importantes de estos procesos como son los partidos, la sociedad civil y los ciudadanos electorales concluyan en su colapso”, expresó Castillo.
DEVOLVER CREDIBILIDAD A ELECCIONES
Para recuperar la credibilidad del sistema electoral, el constitucionalista propuso devolver la institucionalidad al poder electoral; sustituir la Ley Electoral cambiándola por una nueva, inclusiva, no partidaria, democrática, moderna, participativa y por sobre todo que promueva y devuelva en la ciudadanía la credibilidad en las elecciones y en la democracia.
“También se debe aprobar una ley de partidos políticos, creando un instituto de cedulación mediante una reforma a la Ley de cedulación y despartidarizando las estructuras electorales, instaurando un instituto de elecciones con miembros de la sociedad civil, intelectuales, personas notables y honorables. Que las estructuras intermedias estén integradas por funcionarios de carrera, sin filiación partidaria y con vocación ética y de servicio público”, agregó Castillo.
Finalmente mencionó que se debe devolver la autonomía municipal, la participación ciudadana real y no partidaria, además de transparentar los procesos y cumpliendo la carta democrática de la OEA.
LEY ELECTORAL RESPONDE A LÓGICA DEL PACTO
“La actual Ley Electoral, Ley 331 de rango constitucional, es fruto y responde a la lógica del pacto Ortega Alemán que culminó con las reformas a la Constitución Política del año 2000 y que perseguían dividirse los cargos en los poderes del Estado sentando las bases de un sistema político bipartidista”, consideró el doctor Cairo Manuel López.
Según López, la dinámica del país ha cambiado notablemente por lo que ese esquema no responde a la realidad porque uno de los caudillos ha visto erosionado considerablemente su caudal político y el otro ha concentrado la casi totalidad de las instituciones en sus manos.
“El actual sistema electoral y sus resultados, a través de las elecciones, no ha logrado legitimar al grupo gobernante ni ha despertado entusiasmo ni apoyo en la población, más bien ha conducido a la apatía e indiferencia. De allí que se impongan unas prontas reformas a conveniencia del país o bien el gobernante buscará un socio minoritario que ocupe los cargos y posiciones de Alemán, a fin de mantener el status quo con otros rostros”, señaló.
No obstante —agregó el constitucionalista—, la crisis del sistema electoral continuaría y tarde o temprano la realidad se impondrá y tendrán que hacerse reformas que hagan confiable este mecanismo democrático, si es que el grupo dominante aspira a salvar y conservar el poder y el sistema de gobierno.
INCORPORAR RECOMENDACIONES DE UE Y LA OEA
Para López, el país debe adecuar e incorporar las recomendaciones hechas por la observación de la Unión Europea y el acompañamiento de la organización de Estados Americanos (OEA), ambas hechas en el 2011.
Además, indicó que se debe iniciar un diálogo amplio con todos los sectores del país a fin de escuchar las demandas, observaciones y aportes que podrían hacerse desde la sociedad civil, la academia, los expertos y otros grupos de expresión.
“Hay que recordar que la existencia de un sistema electoral confiable y transparente constituye un pilar fundamental de un verdadero Estado de Derecho ya que permite celebrar elecciones periódicas, competitivas y justas donde quien está en el poder arriesga sus posiciones y quien está en la oposición se compromete a no derribar al gobernante convirtiéndose en una oposición leal, donde el pueblo, a través de sus votos, sea el árbitro de los destinos del país”, concluyó.
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