Gerald Hernández / Panamá
La sonrisa permanente que acompaña a Erasmo Ramírez fue desplazada por un sentimiento de vergüenza, porque sabía que en él estaban depositadas muchas esperanzas.
Erasmo tuvo balance de 1-3 con efectividad de 3.36 en 16 juegos, la mitad de ellos como abridor, con Seattle. Su victoria fue el 11 de septiembre ante Toronto.
En Triple A, registró 6-3 y 3.72, con 18 boletos y 58 ponches en 77.1 entradas, mientras que en Venezuela cerró con 0-2 y 4.30 en cuatro aperturas.
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“No es posible que haya dado una pobre presentación. Me siento con mucha vergüenza. Ese no era yo”, señaló el big leaguer un día después de su derrota ante Colombia, en la cual solamente duró 1.2 entradas en la colina, con cuatro hits y cinco carreras a cuestas. Dos boletos y un golpe en tan corto trayecto, certifican que algo no andaba bien.
“Antes del juego me sentía al ciento por ciento, pero a la hora de ejecutar los lanzamientos las cosas no salían bien. No tenía dominio de mis picheos. Eso se debe a que en Venezuela comencé a tirar muy temprano, no me preparé lo suficiente, pero esta es una experiencia de la cual debo aprender”, dijo el rivense, que en efecto tampoco lanzó en gran forma con los Cardenales de Lara.
Erasmo asegura que aceleró su preparación en Venezuela y comenzó a lanzar antes de tiempo para que pudiera tirar de cinco a seis innings aquí en Panamá. Recordemos que pasó un proceso en el cual en su primera salida en Venezuela estuvo limitado a tres episodios y luego fue subiendo gradualmente.
“Quería ayudar al equipo, pero no pude. Ese no era yo”, repitió.
HASTA EL 2013
Erasmo ya no regresa a la liga venezolana. Aquí hizo su última apertura del año.
“Voy con el equipo de regreso a Nicaragua y ahora me toca esperar el plan que me enviarán los Marineros de Seattle. Calculo que voy a descansar un mes antes de iniciar mis entrenamientos para llegar en buenas condiciones al spring training”, aseguró el derecho de 22 años de brillante futuro.
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